Así lo aseguró la dietista Aisling Pigott al diario británico Independent.

“Deberíamos prestar más atención a las porciones adecuadas de carbohidratos en nuestra dieta, no porque sean ‘malos’, sino porque necesitamos comer la cantidad adecuada para nuestro cuerpo. Ningún tipo de comida, aunque se grasa, proteína, carbohidrato e incluso vegetal, es completamente bueno o completamente malo. Es parte de nuestra naturaleza sensacionalizar cosas y luchamos contra el concepto de moderación”.

La experta también asegura que para quienes llevan una dieta baja en carbohidratos, o libre de ellos, la vida puede tornarse un poco “más difícil”, pues pueden llegar a sufrir de estreñimiento, retención de líquido en los músculos, mal aliento y cambios de humor.

El artículo continúa abajo

“Como dietista, que he visto varias modas, puedo decir que hay un peligro psicológico”, pues reemplazar los alimentos almidonados por otros “más saludables” como croquetas de calabacín o arroz de coliflor pueden hacer que una persona llegue a comer de manera compulsiva.

Agrega que al cortar los carbohidratos se pierde una importante fuente de vitamina B y fibra, que ayuda a facilitar la digestión.

Pigott explica que las porciones de carbohidratos deben servirse de acuerdo a la cantidad de energía que se gasta; una persona que está todo el día sentada no necesita la misma cantidad que alguien que corre 5 kilómetros cada día.

También sugiere que las porciones de alimentos se dividan así: medio plato de ensalada o verduras, una cuarta parte de carbohidratos y otro cuarto de proteína.

“No hay nada perfecto y menos cuando se trata de comida y estilo de vida. Para mí, la dieta ideal es aquella que incluye disfrutar cada comida, con porciones adecuadas, nunca eliminando alimentos, pero disfrutando las buenas cosas con moderación”.

LO ÚLTIMO