Así lo estableció una investigación desarrollada por los científicos Cristian Tomasetti y Bert Vogelstein, ambos del Centro de Cáncer Johns Hopkins Kimmel (EE.UU.), que fue publicada este jueves por la revista especializada Science.

Esas equivocaciones —subrayó Tomasetti— son una “potente fuente de mutaciones cancerígenas que históricamente se han infravalorado desde el punto de vista científico”, por lo que este estudio aporta la “primera estimación de la fracción de las mutaciones causadas por esos errores”.

“La mayor parte del tiempo estas mutaciones son inofensivas, pero a veces se producen en un gen que desencadena un cáncer por puro azar”, siguió Vogelstein.

La investigación se basa en un nuevo modelo matemático fundado en la secuenciación del ADN y en datos epidemiológicos de todo el mundo, y aporta la “primera estimación de la fracción de las mutaciones causadas por esos errores”, aseguró Tomasetti.

El artículo continúa abajo

“Es bien sabido que debemos evitar factores ambientales, como fumar, para disminuir el riesgo de contraer cáncer”, agregó el científico. “Sin embargo, no es tan sabido que, cada vez que una célula normal se divide y replica su ADN para producir dos nuevas células, comete múltiples errores”, indicó el experto profesor de bioestadística en el citado centro.

Los autores de la investigación animan a la población a evitar agentes ambientales o estilos de vida que incrementan el riesgo de sufrir un cáncer, pero aun así, muchas personas padecerán la enfermedad por la naturaleza azarosa de esos errores genéticos.

En ese contexto, remarcó Vogelstein, codirector del Centro Ludwig, del Centro de Cáncer Johns Hopkins Kimmel, se necesitan “urgentemente” métodos para detectar el cáncer más temprano “mientras es aún curable”.

Los científicos admiten que sus conclusiones están de acuerdo con estudios epidemiológicos que indican que aproximadamente el 40 % de los cánceres pueden prevenirse si se evitan entornos o estilos de vida poco saludables.

Con todo, Tomasetti y Volgesltein hacen hincapié en que su estudio demuestra que el cáncer a veces golpea a gente que cumple todas las reglas de una vida saludable (no fumar, dieta equilibrada, peso sano o exposición escasa o nula a agentes cancerígenos) y que no tiene un historial familiar de la enfermedad.

Esa situación suscita con frecuencia en el paciente la pregunta “¿por qué yo?”, para la que los dos expertos aseguran haber hallado la respuesta: los errores al azar en la replicación del ADN.”

“Esos cánceres —insistieron— se producirán sin importar lo perfecto que sea el ambiente”.

Los expertos llegaron a esa conclusión tras analizar las mutaciones que provocan un crecimiento anormal de las células en 32 tipos de cáncer, en los que el 65 % de las mutaciones cancerígenas resultaron de los errores en la replicación del ADN.

Según los autores del estudio, hacen falta en general dos o más mutaciones de genes críticas para que se desencadene un cáncer.

En una persona, esas mutaciones pueden deberse a errores al azar en replicación del ADN, al ambiente o a genes heredados.

Teniendo esa circunstancia en cuenta, los científicos usaron su modelo matemático para mostrar, por ejemplo, que en el caso del cáncer de páncreas, el 77 % de las mutaciones se deben a errores al azar en la replicación del ADN.

En otros tipos de cáncer, como el de próstata, el cerebral o el de hueso, más del 95 % de las mutaciones ocurren por esa misma causa.

Vogelstein cree que el estudio debería consolar a los pacientes que han evitado los factores de riesgo y les envió un mensaje: “No es culpa suya. Nada de lo que hicieron o no hicieron fue responsable de su enfermedad”.

4.800 millones de personas

Los profesores Tomasetti y Vogelstein habían publicado un polémico primer estudio en 2015 que sugería que las mutaciones aleatorias de ADN, es decir la mala suerte, eran en su mayoría responsables del cáncer.

Un estudio publicado a finales de 2015 en la revista Nature contradecía estas conclusiones estimando que la mayoría de los cánceres son causados ​​por factores ambientales, como el tabaquismo, las sustancias químicas o la exposición a los rayos ultravioletas.

Para el trabajo publicado el jueves, los investigadores de la Johns Hopkins ampliaron significativamente su modelo matemático para incluir 32 tipos de cáncer, así como una muestra de población y datos epidemiológicos más amplios, provenientes de 69 países y que representan a 4.800 millones de personas.

Se determinó que dos o tres mutaciones genéticas dañinas fueron suficientes para desencadenar un cáncer como resultado del azar, de un factor ambiental o de la predisposición hereditaria.

El factor suerte también varía según los tipos de tumores, determinó el estudio.

Así, 77% de los casos de cáncer de páncreas son el resultado de error aleatorio del ADN en la división celular, mientras que 18% se debe a otros factores tales como el tabaco o el alcohol y el 5% a la herencia.

Para el cáncer de próstata, de cerebro y de huesos, 95% sería el resultado de la mala suerte en la división celular.

En cuanto al cáncer de pulmón, 65% de los casos se desencadenan por fumar y 35% por errores al replicarse el ADN.

40% de cánceres evitables

Los autores subrayan la importancia de continuar los esfuerzos de prevención.

“Tenemos que seguir alentando a la gente a evitar los agentes químicos cancerígenos o los estilos de vida que aumentan el riesgo de desarrollar las mutaciones cancerosas”, sostiene el profesor Vogelstein.

El oncólogo cree que deben realizarse con urgencia más estudios para elaborar métodos de detección más temprana de todos los cánceres cuando todavía son curables.

Para él, los resultados del último estudio corroborando todos los estudios epidemiológicos indican que aproximadamente 40% de los casos de cáncer se pueden prevenir mediante un estilo de vida saludable.

Ambos investigadores estiman que continuar los esfuerzos en políticas de salud para reducir el tabaquismo, el consumo de alcohol y promover la alimentación saludable y el ejercicio adecuado todavía puede tener un impacto importante contra el cáncer, la segunda causa de muerte en Estados Unidos.

LO ÚLTIMO