El pequeño, residente en la comuna de Renca (Santiago de Chile), se mostró lleno de felicidad al tener la fruta entre sus brazos y hasta abrazó a la sandía mientras una mujer (al parecer la mamá) lo grababa.

Varios usuarios de Twitter se manifestaron conmovidos con Tomás y aseguraron que los adultos deberían aprender de su sencillez. Muchos de ellos calificaron al niño de “tierno” e “inocente”, y otros hasta se antojaron de una sandía.

También hubo quienes contaron historias parecidas de sus propios hijos, resaltando el hecho de que los niños se emocionan con regalos que para los adultos resultan insignificantes. A un menor, por ejemplo, lo hicieron feliz al darle un pedazo de carbón que había pedido para hacer un asado con su familia.

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Estas historias contrastan notablemente con la de un niño de 9 años en Alemania que llamó a la policía al darse cuenta de que no había recibido los regalos que había pedido para Navidad. Para solucionar lo ocurrido, los oficiales optaron por decirle al menor que probablemente Papá Noel confundió su lista con la de otro niño.

A continuación puedes ver el video de Tomás con su sandía y, en seguida, historias de otros niños que han sido felices con regalos simples: