Al descubrir la infidelidad de su marido, la acusada localizó al novio de la amante y le mostró los mensajes y las fotografías, informó el Diario Vasco.

No conforme con esto, la condenada entró sin autorización a casa de la amante de su marido y le propinó un bofetón en la cara, indicó el mismo medio.

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Para el juzgado de Vigo, este tipo de acciones son consideradas espionaje y por lo tanto son un delito.

La acusada logró rebajar la pena inicial solicitada por el fiscal, que pedía inicialmente dos años, agregó el medio.

Además, tendrá que pagar una multa porque acudió al domicilio de la amante y la agredió físicamente, informó el medio español.