Noble gesto de joven con anciana de 88 años en vuelo trasatlántico da la vuelta al mundo

Fue una azafata de dicha compañía, llamada Leah Amy, la que se encargó de contar en su cuenta de Facebook la historia que conmovió a muchos, por lo que su publicación llegó a más de 1.400 compartidos en esa red social.

“De los cientos de vuelos que me han tocado operar, siempre he tenido el placer de atender a futbolistas, supermodelos y algunas estrellas de cine de Hollywood, pero déjenme contarles acerca de mis dos pasajeros favoritos de siempre”, así comenzó el relato de Amy, originaria de Mánchester, en su Facebook, citada por la cadena Fox.

“Jack y su familia compraron los asientos en primera clase para un vuelo desde Nueva York (a Londres), pero cuando subió a la aeronave, el hombre encontró a Violet en la zona económica y cambió su lugar con ella. Entonces, él se sentó en la fila de asientos que se encuentran directamente a un lado de la zona de baños y nunca hizo ningún gesto ni pidió nada el resto del vuelo. Nada de aspavientos, nada de atención, literalmente lo hizo por la pura bondad de su propio corazón, nadie le pidió que lo hiciera”, explicó la azafata en Facebook.

A Amy, según dijo en la red social, le hubiera encantado que la mujer se hubiera llamado Rose para que su historia fuera más parecida a la icónica película ‘Titanic’, donde sus protagonistas ‘Jack’ y ‘Rose’ se enamoran en un barco a pesar de ser de diferentes (extremas) clases sociales.

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“La señora usualmente viaja a Nueva York para ver a su hija, pero no había podido visitarla durante un buen tiempo debido a que tuvo que someterse a una cirugía de reemplazo de rodilla”, contó Amy y añadió: “Su sueño siempre había sido sentarse al frente del avión, y Jack hizo esto posible”.

Violet le dijo a la tripulación que quería fotos del sueño que estaba viviendo para convencer a su hija de que sí había viajado en primera clase, pero no tenía ni celular ni cámara para dejar evidencia del momento, explica Fox.

Por eso, Leah Amy decidió tomar 3 instantáneas con su ‘smartphone’ y se las enviará por correo, pero no electrónico porque la octogenaria le dijo que no tenía ‘e mail’, detalla la cadena estadunidense.