Ruuxa nació en el ‘Zoo Safari Park’ de San Diego, en California, Estados Unidos, y fue desamparado por su madre al nacer. A los seis meses conoció a la que se convertiría en su compañera de vida, Raina, una cachorra rhodesian, de 8 meses, que lo ayudaría a superar la ansiedad por el abandono, reportó el portal We Love Animals.

Amigos
Ruuxa y Raina / San Diego Zoo

Al poco tiempo, los cuidadores del zoológico notaron que algo no estaba bien con las patas delanteras de Ruuxa y después de someterlo a diferentes exámenes, descubrieron que sufría de una condición que hacía que sus extremidades crecieran en forma de arco llamada condrodisplasia.

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Tras el diagnóstico, el paso que se debió seguir fue una cirugía. Los veterinarios buscaban corregir la forma de sus patas para que el guepardo pudiera correr sin problema. Por su parte, Raina nunca dejó a su amigo solo y fue pieza clave en su recuperación.

Ruuxa y Raina
Ruuxa y Raina / San Diego Zoo

Ahora, un año y medio después, Ruuxa y Raina participan juntos en competencias de ‘running’ como lo es el ‘Shiley’s Cheetah Run’. Un evento que pone a prueba la velocidad del mamífero terrestre más veloz del mundo.