El religioso fue acusado de abusar de su posición por convencer a 50 devotos de colaborar con grandes sumas, para campañas sociales que se realizarían en África, informa RT.

La diócesis de Chur, de ese país, le ofreció varias veces ayuda al sacerdote para batallar contra su ludopatía, pero nunca informó a sus devotos del problema que tenía el cura, indica el medio.

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La gota que derramó el vaso fue que el religioso prefirió irse a disfrutar del mundial que se celebra en Rusia, en vez de asistir a rehabilitación. En medio de este evento el cura se arrepintió de sus acciones y pidió perdón a los afectados, cuenta el portal informativo.

Según RT, algunos de los feligreses piden que el sacerdote retome los hábitos, a pesar de los hechos. Adicionalmente, los abogados aseguran que ahora que el padre se encuentra en Suiza, trabajará en su adicción.