“Cuando la madre me dijo que no tenía leche de fórmula para el niño y sabía que no había ninguna a bordo, supe que tenía que ayudar”, afirmó Organo al diario Daily Mail.

La azafata aseguró que sabía que podía ofrecer su propia leche porque hace nueve meses había dado a luz.

“La madre de la niña estaba muy agradecida por mi ayuda, ya que había estado en el aeropuerto desde las 9:00 p.m de la noche anterior”, comentó Organo al medio británico.

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Asegura que cuando la bebé empezó a alimentarse, dejó de llorar y se durmió a los pocos minutos.

La impotencia que sientes cuando no puedes alimentar a tu niño hambriento es horrible, así que tuve que intervenir”, puntualizó Patrisha.