Eso fue lo que descubrió Zack Whittaker, un editor del medio ZDnet, luego de hacerle la solicitud de sus datos a la compañía. Esta información está almacenada desde 2010 y Apple se demoró hasta una semana en recolectar y enviar todos los datos a través de un archivo de Excel con varias hojas.

La compañía recopila información básica del dueño de la cuenta, nombre, dirección, teléfonos y usuario de Apple. Además de la dirección IP de donde se usa la cuenta, y un historial de la cantidad de veces que un dispositivo conectado a iCloud descarga contenido.

También lleva un registro de las veces en las que hay movimientos en la cuenta que se usa en el servicio de correo de iCloud. Incluso, añadió dos archivos que tienen que ver con aplicaciones de mensajería como FaceTime o iMessage.

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Sin embargo, el contenido de estas no se envía porque, gracias a la encriptación de extremo a extremo que maneja, no puede ingresar a datos como fotos, mensajes de texto, o videollamadas. Tampoco puede entregar información sobre las llamadas o los mensajes por ser confidenciales.

Otros datos enviados fueron el historial y la cantidad de accesorios y equipos que la persona ha comprado (incluyendo las fechas). Dentro de esto también viene una lista detallada de la información de estos equipos, el número de serie, IMEI, conexiones de Wi-Fi, Bluetooth y demás identificación.

Incluso, hay más documentos separados en los que se identifica la garantía de los dispositivos, las veces que ingresó a iTunes, información sobre Game Center y las sesiones de juegos, las veces que se visitó la página de Apple, las veces que se reinició la contraseña, todas las descargas de iTunes y App Store, registro de las transacciones y las veces que la misma empresa se ha puesto en contacto por la persona por temas de mercadeo.