Si bien Ruslan Sokolovsky grabó el video en la iglesia de esa ciudad (levantada en el sitio donde fue asesinado el zar Nicolás II y su familia en 1918 durante la revolución de octubre) y fue condenado por “incentivar el odio, violar los sentimientos y posesión ilegal de medios técnicos especiales [una supuesta cámara oculta en un bolígrafo]”, indica la agencia TASS.

El ‘youtuber’ fue capturado en septiembre de 2016 y puesto bajo detención domiciliaria durante 2 meses. Sin embargo, en octubre de ese año lo trasladaron a una correccional por violar su sanción (subió un video cuando tenía prohibido hacerlo).

En enero de 2017 apareció el cargo de posesión ilegal de medios técnicos especiales debido a que se encontró un bolígrafo con una cámara en su apartamento. Durante el juicio, Sokolvsky explicó que lo que cargaba aquel día en la iglesia ni siquiera era una cámara, sino una pequeña luz. Esta versión no ha sido ni confirmada ni desmentida por la sentencia.

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En una entrevista reciente, citada por Gizmodo, el ‘youtuber’ ruso dijo:

Puedo ser un idiota, pero no soy en absoluto un radical. Hace mucho tiempo, las personas eran encarceladas en campos de concentración durante décadas por hacer chistes sobre el comunismo o sobre Stalin. Ahora resulta que me quieren encarcelar porque se supone que he hecho una broma de mal gusto sobre la iglesia ortodoxa y el patriarca Kirill [máximo líder de esta iglesia en Rusia]. Para mí, esto no es más que una salvajada y una barbarie. No entiendo cómo puede estar ocurriendo, pero parece que a día de hoy todo es posible.”

No es el primer hecho de este tipo que se presenta en Rusia. En 2012 las tres integrantes del grupo de punk feminista Pussy Riot fueron sentenciadas a dos años de prisión por tocar una de sus canciones en el interior de una iglesia.

Sokolovsky no ha quitado su video de YouTube, en señal de protesta a las autoridades rusas.

 

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