El episodio de pirateo ocurrió en 2015, pero se descubrió el año pasado, informó el Wall Street Journal, este jueves, y podría explicar la reciente prohibición estadounidense a las agencias gubernamentales de utilizar el popular software de protección antivirus de la compañía con sede en Moscú.

El 13 de septiembre, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos ordenó a las agencias del gobierno que usaban productos de Kaspersky que los retiraran y los reemplazaran por otro software aprobado, en un plazo de 90 días.

“Los productos y antivirus de Kaspersky proporcionan un amplio acceso a archivos y privilegios elevados en los equipos en los que se instala el software, que pueden ser usados por actores cibernéticos maliciosos para comprometer esos sistemas de información”, dijo el DHS en ese momento.

El artículo continúa abajo

Wall Street Journal publicó que el contratista, al parecer, llevó archivos informáticos altamente clasificados de la NSA a su casa y los transfirió a su computadora personal, que estaba ejecutando el software de Kaspersky.

Citando fuentes anónimas, el diario dijo que los piratas habrían apuntado al contratista después de usar el programa Kaspersky para identificar los archivos. El informe aclaró que el contratista no tenía la intención de robar o filtrar los materiales, pero probablemente rompió una ley al llevar los archivos a su casa.

En un comunicado, Kaspersky Labs sostuvo que no hay evidencia de que la compañía esté coludida con la inteligencia rusa, en tanto su fundador, Eugene Kaspersky, negó con vehemencia estar trabajando para Moscú.

“Cualquiera de nuestros expertos consideraría poco ético abusar de la confianza del usuario para facilitar el espionaje de cualquier gobierno”, aseguró.

Los negocios de Kaspersky en Estados Unidos se han reducido drásticamente desde que el año pasado funcionarios de seguridad comenzaron a plantear preguntas sobre la compañía.

Su software, ampliamente respetado por su eficacia de captura de virus, se utiliza en millones de ordenadores de todo el mundo.

AFP

LO ÚLTIMO