La agria lucha por la “neutralidad de la red” llega a un punto crítico este jueves en Estados Unidos cuando una agencia federal vote si revoca las normas promulgadas hace dos años para evitar una Internet a “dos velocidades”.

Se espera que la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) apruebe este jueves la medida que anula reglas fijadas en 2015, bajo el gobierno de Barack Obama, que protegían la neutralidad de la red.

Los partidarios de la nueva propuesta argumentan que fomenta la innovación y la inversión al suprimir pesadas cargas regulatorias, pero sus críticos sostienen que podría liquidar la “Internet abierta” y permitir a las grandes empresas de banda ancha elegir qué personas pueden acceder al tráfico en línea y perjudicar a los consumidores.

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La reforma ha sido diseñada por el presidente de la FCC, Ajit Pai, designado por el presidente republicano Donald Trump.

Como miembro de la FCC, Pai fue un feroz crítico de las normas de neutralidad adoptadas en 2015 y a principios de este mes dio a conocer su plan para “Restaurar la libertad en Internet”, como se lo denominó.

En medio de una ola de protestas de empresas online y activistas de la oposición al nuevo plan, Pai respondió que sus reformas darían paso un “enfoque menos reglamentarista”, el mismo que ha permitido el florecimiento de internet.

La disputa sobre la neutralidad de la red ha sido objeto de varias batallas judiciales durante la última década, con argumentos del tipo de que se necesitan reglas fuertes para evitar que poderosas empresas de banda ancha como Comcast y AT&T perjudiquen a sus rivales.

Tim Berners-Lee, el ingeniero británico que creó la World Wide Web, se sumó a otros pioneros de internet que piden que se mantengan las reglas de neutralidad en la red.

“La neutralidad -el principio por el cual los proveedores de servicios de Internet (ISP) tratan de manera equitativa todo el tráfico- es la base de la red tal como la conocemos hoy en día”, escribió Berners-Lee esta semana en el servicio en línea Medium.

Si se derogan las reglas, “los ISP tendrán la potestad de decidir a qué sitios web se podrá acceder y a qué velocidad. En otras palabras, podrán decidir a cuáles empresas favorecer y a cuáles silenciar”, advirtió.

“Nuevos Nostradamus”

Pero para Michael Powell, un expresidente de la FCC que en 2005 defendió posturas alternativas a la neutralidad de la red, los activistas contrarios a la reforma están provocando una tempestad en un vaso de agua.

“Estos Nostradamus new age están pronosticando que Internet dejará de funcionar y que la democracia se derrumbará”, sostuvo Powell en una columna publicada en el sitio Recode.

Powell, que encabeza un grupo de presión de las empresas de banda ancha llamado National Cable and Telecommunications Association (NCTA), sostuvo que “lamentablemente no se está desarrollando un debate racional”.

Según este ejecutivo, las empresas de banda ancha “tienen una alta consideración por una Internet abierta y por los principios de neutralidad de la red (…) porque es una mejor forma de ganar dinero que una Internet cerrada”.

Partidarios del plan de Pai dicen que poco va a cambiar respecto a la actualidad y que cualquier conducta discriminatoria podrá ser limitada por otra agencia, la Comisión Federal de Comercio, encargada de la protección de los consumidores y de combatir los monopolios.

Sin embargo, el debate ha tomado un tono febril, con protestas en las calles en muchas ciudades y en línea, donde sitios web, desde Kickstarter a Pornhub, están publicando advertencias sobre los perjuicios que ocasionarán las nuevas reglas.

La plataforma en línea de la FCC se ha visto involucrada en las discusiones, luego que una investigación demostrara que dos millones de los 21 millones de comentarios publicados en su sitio fueron enviados con falsas identidades.

Treinta y nueve senadores enviaron a su vez una carta instando a la FCC a retrasar la votación, alegando que “incluso en la era Bush la agencia había favorecido una internet abierta”. “El futuro de internet se juega en el equilibrio”, destaca la misiva.

AFP

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