Muy al estilo de Snapchat, las historias en Instagram seguirán teniendo una vigencia pública de 24 horas, sin embargo, ahora quedarán guardadas en una especie de biblioteca de historias publicadas para que el usuario, si así lo desea, las recupere o las vuelva a publicar.
Esa biblioteca de historias solo la podrá ver el uinteresado y podrá administrarlas para eliminar las que quiera y editarlas si las va a volver a publicar después de un tiempo. Eso sí, especifica Gizmodo, si el usuario quiere, podrá desactivar desde el menú principal de configuración esa función que hace que las historias se guarden.
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Las novedades en la ‘app’ no se detienen. Hace días se conoció que Instagram está trabajando en una función que les permita a sus abonados compartir fotos de otras cuentas sin necesidad de aplicaciones de terceros, como ‘Repost’ o ‘Regram’.
Tal función aparecería como un ícono similar al de ‘Compartir’ de Facebook o ‘Retuitear’ en Twitter y se ubicaría en la parte baja de cada foto.
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