Las gafas resuelven dos problemas del reconocimiento facial tradicional —ejecutado a través de las cámaras de seguridad— como son son la imagen borrosa y el riesgo de que el objetivo se desplace mientras se verifica su identidad, cuenta The Verge.

Con este sistema, las autoridades ya han detenido a siete personas buscadas por “casos importantes” y otras 26 que viajaban con identidades falsas, agrega el medio.

Las gafas fueron desarrolladas por la compañía LLVision Technology Co., de Beijing, de la mano de la policía local, y se controlan desde un teléfono móvil con acceso a una base de datos precargada con la información de 10.000 sospechosos, describe The Wall Street Journal.

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Pero no todos los chinos están contentos con este avance: para los defensores de la privacidad, este nuevo sistema se está implementando sin adecuada legislación, le da demasiado poder al Estado —que ya cuanta con la videovigilancia más poderosa del mundo— y pone en riesgo la libertad de los ciudadanos.

El portal chino Q Daily destaca algunos datos del mercado de la videovigilancia en ese país:

  • Cuentan con la videovigilancia más rápida del mundo, y cobertura del 100% en las ciudades de primer nivel.
  • Hay 176 millones de cámaras de vigilancia en espacios públicos y privados (En Estados Unidos hay unos 50 millones).
  • “Se estima que la cantidad de cámaras instaladas en China aumentará a 626 millones en tres años”.
  • “El mercado de videovigilancia en China tiene un valor de 6.400 millones de dólares”

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