El aún no confirmado arribo de Luis Pérez al Pacto Histórico de Gustavo Petro no solo provocó el rechazo de varios de los seguidores del líder de la Colombia Humana, como la actriz Margarita Rosa de Francisco, sino la preocupación por el hecho de que el político antioqueño constituya un verdadero caballo de Troya del uribismo dentro de la coalición de izquierda, una idea que esbozó otro opositor de Pérez, el senador Iván Cepeda.

El anuncio de las aproximaciones entre Petro y Pérez —reconocido simpatizante del expresidente Álvaro Uribe y uno de los responsables de la criticada ‘operación Orión’ en Medellín— se viene entendiendo como una decisión del líder de izquierda dentro del pragmatismo político y el frío cálculo de sumar votos con la cual él sería el beneficiario. Pero, a la luz de lo planteado por Cepeda, la jugada terminaría beneficiando a Pérez y al uribismo.

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Pregunta elemental: en una consulta presidencial del Pacto Histórico en la que esté Luis Pérez y Gustavo Petro, ¿por quién ordenaría votar el uribismo?”, planteó Cepeda hace pocos días en Twitter, sin precisar si consideraba esa posibilidad como una estrategia deliberada del uribismo —que está enfrentando sus propios problemas internos— o si se trata de una consideración basada en el hecho de que, de acuerdo con las circunstancias que se presenten, las huestes uribistas podrían aprovechar para afectar las aspiraciones de Petro en la consulta —vía voto por Pérez— en la que, se espera, el líder de la Colombia Humana sea ungido como candidato único de la izquierda.

Como se recuerda, la idea del caballo de Troya procede de la guerra que desataron los griegos contra esa ciudad, que pudo resistir el asedio hasta cuando decidió aceptar un regalo de sus enemigos como símbolo de paz. Ese regalo fue un caballo de madera que llevaba en su interior varios comandos griegos que a la postre propiciaron las condiciones para la entrada del ejército griego. Una idea similar es la que deriva de la pregunta que hizo Cepeda, que no habla de caballo de Troya, pero sí advierte que Pérez, con el espejismo de llevarle votos a Petro, termine, más bien, abriendo un boquete para que entren los uribistas a votar, pero por el exgobernador de Antioquia y exalcalde de Medellín.

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Ese escenario, que mandaría al traste las aspiraciones de Petro, es factible, como todo en política, una actividad humana que ha sido definida desde Aristóteles como el arte de lo posible. Pero, desde la perspectiva de los resultados de la más reciente encuesta de Invamer, no parece que haya nada que pueda afectar la primera meta de Petro en su carrera a las elecciones presidenciales de 2022: ganar la consulta interna del Pacto Histórico el 23 de marzo y erigirse como el candidato único de la izquierda.

Faltan tres meses largos y hasta ahora Petro, que está en campaña prácticamente desde que perdió las elecciones de 2018 frente a Iván Duque, mide su nombre con el de Francia Márquez, Camilo Romero, Arelis Uriana Guariyú, Roy Barreas y Alfredo Saade. El sondeo de Invamer le da a Petro el 82,4 % de los votos en esa consulta; a Márquez, el 7,5 %; a Romero, el 4,5 %; a Guariyú, el 2,8 %; a Barreas, el 2,7 %, y a Saade, el 0,0 %. Petro luce imbatible y no se vislumbra ninguna posibilidad de que Pérez pueda afectarlo si entra al Pacto Histórico.

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El analista Álvaro Forero estimó en Noticias Caracol que la favorabilidad de intención de voto por Petro cabalga en la impopularidad del Gobierno de Duque, por lo que “hasta ahora la ha tenido fácil”. Pero, en la medida en que avanza la campaña “se va a ver que el cambio no es solo Petro”, porque la coalición de centro “representa también un cambio más moderado, menos riesgoso, y eso va a generarle una competencia importante a Petro”.

Néstor Morales destacó que en la encuesta de Invamer, entre los jóvenes de 25 a 34 años de edad, la intención de voto por Petro es del 51 %. “Si fuera por los jóvenes, Petro sería presidente en la primera vuelta”, dijo, pero advirtió que el reto para Petro “es sacar a los jóvenes a votar”, porque ese segmento de la población muy activo y participante en las manifestaciones, “no necesariamente participantes en las elecciones del año entrante”. Y puso como ejemplo la baja participación de los jóvenes en las elecciones de los consejos municipales de juventud.

Semana dice tener información en el sentido de que la estrategia de Pérez es no llegar solo al Pacto Histórico. “Quiere competirle a Petro, pero no repetir la historia de soledad con la que llegó al progresismo Barreras o el pastor cristiano Saade”, sostiene la revista, y asegura que el arribo de Pérez “será después de garantizar el respaldo del grueso de senadores y congresistas liberales, además de las bases y la militancia rebelde que esté dispuesta a dar la pelea por los votos de la izquierda”.

En medio de este panorama habría que poner el nombre de Pérez para ver si le hace alguna mella a Petro, y, como teme el senador Cepeda, puede afectar con votos uribistas la actual posición del político de izquierda.