Internet por estar al alcance de la mayoría, se presta para todo.

Por ello hoy se considera que alrededor del 80 por ciento de los contenidos “libres” son falsos, apócrifos o engañosos. Como ejemplo están las cadenas y tantos inventos absurdos como los mitos urbanos llenos de mentiras que manipulan a muchos.

Un caso patético es una cadena de mensajes ampliamente difundida que habla de la existencia de un supuesto arroz plástico que estaría consumiendo mucha gente. Nada más falso, engañoso y tendencioso. Eso es imposible porque saldría muchísimo más costoso fabricar un “arroz plástico” que producir el agrícola.

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Y lo segundo no existe organismo humano que pueda tolerarlo sin padecer un grave trastorno digestivo o una severa intoxicación. Lo que no se entiende es por qué hay tanto desocupado reenviando estas cadena a todas luces mentirosas. Alertamos a la población en general a confirmar de buenas fuentes cuando haya dudas.

Gabo y Borges: víctimas de cartas o poemas falsos

García Márquez y Jorge Luis Borges también han sido víctimas de la suplantación y estas mentiras que circulan en la web.

A Borges  se le atribuyó la autoría del poema “Instantes” que inicia: “Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores” y termina “Pero ya ven, tengo 85 años…y sé que me estoy muriendo”.

Nada compatible con su estilo, unos versos que jamás fueron escritos por él. Igual ocurre hoy con Gabo a quien le endilgan la autoría de una cursi carta de despedida que circula desde hace por lo menos 15 años y es totalmente apócrifa.

Hoy los facilistas, “expertos” y bien dateados del Internet, no se dan a la tarea de hacer una básica investigación sobre el origen de los contenidos y alegremente los reenvían para lucirse. Para quienes quieran mayor información, en una de tantas noticias de advertencia, en este enlace está el reporte con el contenido de la falsa carta de despedida de Gabo.

La falsa carta de García Márquez

Alertamos a los lectores para que se eviten el engaño con la ficticia misiva de García Márquez que inicia así: “Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera. Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo”. Y termina así: “Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Finalmente, demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan”.

Es evidente que no es ni de cerca su estilo, máxime cuando el Nobel ha sido muy alejado de mencionar a Dios, ya que no era muy creyente. Pero él mismo en el 2000 en una entrevista en El País de España afirmó: “Lo único que me preocupa es que me muera por la vergüenza de que crean que yo escribí algo tan cursi. Lo leí hace poco, y lo que más me sorprendió es que mis lectores pudieran creer que fue escrito por mí”.

Apostilla: Y a propósito de engaños, recomiendo ver el documental, ahora en Netflix, Betting on zero, de Ted Braun, que desnuda a Herbalife.

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