Se constituyó entonces en el más reconocido embajador del deporte en un lugar que también ha visto nacer a otros grandes como Gabriel Batistuta y Cesar Luis Menotti.

Pero Santa Fe también ha sido cuna de finas plumas y mentes admirables. Uno de sus más genuinos representantes hoy es el periodista y escritor Jorge Barraza, cuya clase y estilo sientan cátedra entre sus colegas de habla hispana. A pesar de haberse especializado en fútbol, sus escritos fijan lineamientos para todo el periodismo deportivo, pero más aún se constituyen en gran riqueza literaria para el español. Con una forma amena de escribir da muestra de una extraordinaria cultura idiomática y de la manera de comunicar eficazmente.

Barraza ha editado varios libros históricos, entre ellos la historia completa de la Copa Libertadores y de la Copa América, una obra de 1.100 páginas en dos tomos que condensa los 4.388 partidos de la competencia en detalle, Historia de la Copa América (1916-2011), de la Historia de la Conmebol y el fútbol sudamericano, así como innumerables programas, anuarios, guías y folletos de torneos y clubes.

Es autor de los libros ‘Erico para siempre’, que compila la vida y la obra del fabuloso goleador paraguayo, y ‘350 Récords, historias y hazañas de la Copa Libertadores’. En la Feria del Libro de Bogotá en 2014 presentó su libro ‘Fútbol de ayer y de hoy, eterno debate’, lanzado por Ediciones B. Entre otros también ha editado “Orgullo nacional”, una obra extraordinaria basada en la hazaña de Independiente en Córdoba que ganó con ocho jugadores la final y mereció un libro. También ‘Alfredito, Alfredito’ que contiene 22 fantásticas historias de fútbol; ‘Yo el Bocha’, la biografía de Ricardo Bochini, entre tantos. Hoy podría ser considerado como el hombre que más páginas, artículos y libros ha escrito sobre fútbol, por ello es maestro de maestros en el tema.

Se inició en 1973 en el popular diario Crónica, de Buenos Aires, que entonces tenía una tirada de 750.000 ejemplares diarios. Algo hoy inimaginable. Es columnista de diversos periódicos latinoamericanos como El Universo, de Guayaquil; El Tiempo, de Bogotá, El Comercio, de Lima, La Nación, de Costa Rica, Líder, de Caracas, de varios medios norteamericanos, además del World Soccer Magazine e Internacional Press, ambos de Japón, entre muchos. Integró el Grupo de Escritores del Washington Post, de Estados Unidos, que comercializaba sus columnas.

Fue por muchos años redactor jefe de la prestigiosa Revista El Gráfico, de Buenos Aires, la más reconocida en América en temas de deporte, una especie de templo del periodismo deportivo. Ha dictado el único taller de periodismo deportivo en la Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, de Gabriel García Márquez, especialmente invitado por el Nobel de Literatura. Integra el grupo de Maestros de la Fundación.

Desde octubre del 2005, es instructor de la FIFA en el área de comunicaciones, dictando seminarios en diversos países de América. Barraza ha asistido a 9 Copas Mundiales de la FIFA, a 14 Copas América, a la definición de 28 Copas Libertadores e incontables torneos continentales en Sudamérica. Ha entrevistado a decenas de futbolistas, entrenadores, dirigentes y personajes del fútbol. En la Copa Mundo de la FIFA Rusia 2018 ha estado invitado especial como analista en TV del canal internacional Win Sports

“La literatura y la intelectualidad le dieron la espalda al fútbol durante casi un siglo. Lo consideraban un tema menor, el opio de los pueblos. Pero el fútbol es una pasión y una alegría genuina de la gente. Y es un fabricante de historias humanas increíbles”, afirma Barraza.

Con respecto al poder futbolístico de ases como Pelé, Maradona y Messi, Barraza lo ve así: “Messi combina la habilidad de Maradona con el sentido de gol de Pelé. Pero con el doble de velocidad de ambos”. “Soy hincha del fútbol de antes. Pero es mejor el que se juega hoy. Antes se jugaba a veinte kilómetros por hora. Hoy se juega a cien. Antes se corrían cuatro kilómetros en un partido. Hoy se corren casi 13. Hoy existe la presión, las marcas son más ajustadas. La velocidad es diez veces mayor”.

Se confiesa un hombre de familia y un enamorado de su club, el Independiente de Avellaneda. Y a la manera del fútbol tiene un innato “talento argentino” que se ha encargado de perfeccionarlo con su toque personal, el estudio, la investigación y la experiencia. Sabe marcar diferencias por lo creativo, ingenioso, sensato y apasionado por su profesión. Sin ninguna duda, hoy en el mundo de habla hispana se constituye en uno de los mejores referentes para el periodismo. Una práctica hecha con argumentos, un poco de magia, además de objetividad y respeto por el ser humano.

Sin lugar a equivocaciones es un periodista deportivo modelo, ejemplar, que en sus escritos inspira confianza, por ello casi nunca en los foros de lectores y mensajes anónimos se encuentre algún comentario negativo frente al autor o a sus opiniones. Un lujo que pocos pueden darse en un mundo lleno de pasiones y lectores voraces por cuestionarlo todo cuanto sea de consumo público. Una gabela que es la excepción que confirma las normas.

Por todo ello Jorge Barraza deja huella en sus lectores con una muestra de un periodismo de alta calidad, un talante brillante como escritor cotidiano y un ser humano extraordinario.

Apostilla 1: Jorge Barraza tiene miles de historias del fútbol para seguir contando en sus libros, como está incluida en su obra ‘Alfredito, Alfredito’ editada en Colombia:

‘Alfredito, Alfredito’ es una historia que me la contó el propio Di Stéfano durante un almuerzo en Ecuador, donde pasé ocho días con él y con el Pipo Rossi. Él había llegado a jugar en el Real Madrid, en el 53″, dice el escritor y el mismo Di Stéfano le reveló una de sus tantas anécdotas:

“Iban siete partidos y nos toca ir a Oviedo (España). Tomamos el desayuno y salimos a estirar las piernas por el pueblo. Resulta que vamos caminando alrededor de la plaza y escucho que alguien me dice: ‘Alfredito, Alfredito’. Me quedé paralizado. A mí nadie me decía Alfredito. Solo mi familia o el vecino de al lado, en mi barrio de Barracas, allá en Rosario. Me doy vuelta y era don Jesús Menéndez, el dueño de la panadería El Mortero, que quedaba en la esquina de mi casa. Yo lo amaba. Cuando yo era chiquito don Jesús me regalaba unos panes dulces”.

– “¡Don Jesús! ¿Usted qué hace por acá?”

– “Alfredito, he venido para verte jugar”.

“Me emocioné. El tipo vive en Buenos Aires y se ha venido para verme jugar. Me agarró una emoción y digo: hoy la rompo. Llegamos a la cancha y yo ya había visto donde estaba don Jesús. A los veinte minutos me llega un balón. ¡Pum gol! Me doy vuelta. Salgo corriendo y se lo dedico a don Jesús. ¿Sabés lo qué hizo? Fue a Buenos Aires, vendió la panadería y se volvió a vivir en España. ¡Para seguirme! Y me venía a ver en todos los partidos. Hasta que un día no lo vi más. Supe después que había fallecido”.

Apostilla 2: Este servidor con apoyo y participación del escritor Jorge Barraza publicará una obra académico-científica (en lenguaje muy llano) sobre el fenómeno balompédico: “Fútbol, pasión y contradicciones”.

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.