Mucho antes de que deslumbrara Nairo Quintana o Mariana Pajón, también de los goles de Falcao y James, décadas atrás de los triunfos de Juan Pablo Montoya y años atrás de los pases milimétricos del ‘Pibe’ Valderrama y las gestas de esa generación dorada, antes de todo eso, uno de los primeros deportistas colombianos, sino el primero, en brillar en el mundo fue Antonio Cervantes ‘Kid Pambelé’.

El colombiano por su naturaleza y cultura olvida fácilmente y más cuando esa persona a la que debe rememorar cayó en desgracia. Los niños y jóvenes poco y nada saben de ‘Pambelé’, en gran parte porque los viejos parece que no quieren recordarlo.

Eso sí, muchos seguro celebraron en las calles las dos ocasiones en que el negro nacido en San Basilio de Palenque se coronó campeón mundial del peso welter júnior y las múltiples veces que defendió el título. En un país donde ganar aún parece algo solo para ilusos soñadores, ‘Pambelé’ fue el mejor del mundo en su deporte en el que reinó por casi una década, entre los sesenta y setenta.

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Como dice el célebre periodista Juan Gossaín, ‘Pambelé’ nos enseñó a ganar, nos hizo pasar de las victorias morales a las victorias reales. El mejor ejemplo, es que antes de los nocauts del genio de los puños nuestra mayor ‘victoria’ era el empate 4-4 con la Unión Soviética –sí, señora Cabal, acá sí aplica- en el Mundial de Chile 1962.

Es curioso que ahora que sale su novela, haya quienes se atrevan a dudar de la grandeza del mejor boxeador que ha tenido el país y para mí, hasta el momento el mejor deportista de la historia de Colombia, aunque los atletas actuales tipo Nairo, Mariana o el propio Yúberjen Martínez, puedan superarlo una vez que finalicen sus carreras. No obstante, lo cierto es que con ‘Pambelé’ empezó todo y eso nadie se lo podrá quitar.

Ojalá la nueva serie de RCN también muestre también la otra cara de la estrella, esa que seguro le da pena a él mismo y por la que seguramente el país no quiere recordarlo. ‘Pambelé’ tumbó muchos rivales en el cuadrilátero, pero en su vida personal se dejó vencer por el vicio, avivado por una fama y popularidad que no pudo controlar.

Hay una especie de garantía que indica que la producción televisiva a lo mejor será buena y es que está basada en una impecable crónica de Alberto Salcedo Ramos: “El oro y la oscuridad. La vida gloriosa y trágica de Pambelé”.

El periodista barranquillero estuvo tras las huellas del boxeador durante tres años en los lugares más importantes de Colombia, Venezuela y Cuba, donde Antonio Cervantes brilló y también se hundió en la lona del vicio y del olvido, agravado por un trastorno bipolar afectivo. Los testimonios de sus familiares, amigos, conocidos y por supuesto, del propio ‘Pambelé’, van hilando una historia llena de anécdotas en la que aparecen hasta presidentes de Colombia, actores de cine de Hollywood y la realeza de Mónaco.

Si puede leáse el libro, pero si le da pereza, véase la serie. O mejor, haga las dos cosas. Se supone que la mayor parte de lo escrito, aderezado eso sí con ficción, será contado en la pantalla de televisión. Esto podría aportar un poco en recordar la grandeza y también en lo que terminó el talentoso boxeador. Lo malo de la producción es el horario en que se pasa, las 10:30 p.m. ‘Pambelé’, la serie, tendrá que pelear contra el sueño de los televidentes.

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