Después de ese momento fatídico a principios de 2014 cuando el delantero colombiano se lesionó el ligamento anterior de su pierna izquierda, hecho que le impidió ir al Mundial de Brasil, la carrera del atacante entró en un bache del que se recuperó hasta dos años después.

Luego del tortuoso periodo de recuperación, en el que el samario se forzó hasta el máximo (pero sin éxito) para estar en condiciones de ir al torneo más importante de selecciones, tal vez por querer demostrar cuanto antes que no había perdido el olfato de gol, Falcao decidió aceptar la ‘fabulosa’ idea de su representante Jorge Méndez: ser prestado del Mónaco al Manchester United.

El club de los ‘Red Devils’ es uno de los más importantes del mundo, pero no estaba en su mejor momento. No obstante, eso no quería decir que fuera un equipo que no exija al máximo a sus jugadores y en el que los mismos deben estar al 100%.

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Al ‘Tigre’ le pasó factura que llevaba más de siete meses sin ritmo de competencia y nunca se consolidó como titular en el cuadro que en esa época dirigía Louis Van Gaal. Su saldo fue más que paupérrimo para un delantero de su talante: cuatro goles en 26 apariciones.

Por supuesto, el Manchester United no usó la opción de compra sobre el delantero. Pese a esa señal de que lo que necesitaba era un equipo en el que pudiera jugar regularmente para volver a su nivel, Falcao de nuevo pecó de ambición. En vez de regresar al Mónaco, prefirió ir a otro grande de Europa en los últimos años, el Chelsea.

Su experiencia allí también fue más que mala. A su falta de ritmo se unieron nuevas lesiones. Solo jugó 10 partidos y vio red en una ocasión.

Obviamente usted, querido lector, o yo, hubiéramos hecho lo mismo que ‘El Tigre’. Falcao fue con las mejores intenciones a Inglaterra, pues pensaría que jugaría y retomaría nivel fácilmente, al tiempo que viviría la experiencia de estar en una de las mejores ligas del mundo y ganaría millones en libras esterlinas.

El cuento de hadas no se dio, pues nunca pudo demostrar sus grandes capacidades y la suerte tampoco estuvo a su favor. Cuando los delanteros están en racha, la meten hasta sin culpa, pero para eso se necesita jugar. Pasa lo contrario cuando el delantero está en la banca por demasiado tiempo, pierde confianza y bota hasta las fáciles.

Falcao
Falcao García volvió a ver el arcoíris en el Mónaco / Foto: AFP

Pero por fin volvió a salir el arcoíris para Falcao y fue en el Mónaco, equipo en el que por fin el colombiano tuvo la continuidad necesaria, además que le dieron la importancia que merece y fue el capitán.

Eso era lo que necesitaba el ‘Tigre’, tiempo de juego. Ser titular, estar en la cancha sin la presión de que lo más seguro es que lo cambiaran si no anotaba en el primer tiempo. El resultado ya lo sabemos. Desde la pretemporada Falcao comenzó sumar minutos y goles, que hoy en día lo tienen de nuevo en la gloria al llegar a semifinales de Champions League y ganar el campeonato local en Francia. Los halagos volvieron a florecer y se apagaron las críticas, esas que llegaron a calificarlo de exjugador.

La vida es de decisiones, pero saber sí son buenas o malas es algo que no se sabe sino con el tiempo. En este caso, fue error de Falcao irse a Inglaterra, motivado por una ambición, que nadie le condena, pero que jugó en su contra.

Ahora solo queda esperar que ojalá se le dé la otra revancha, que Colombia clasifique al Mundial de Rusia 2018 y que allí ‘El Tigre’ sea su estandarte.

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