El concejal Marco Fidel Ramírez es conocido por posturas radicales y absurdas: protestó contra la película ‘La bella y la bestia’ porque considera que esta promueve la supuesta ‘ideología de género’ y se opuso a los acuerdos de paz por un temor (infundado) a una ‘dictadura de la diversidad sexual‘.

Ahora, está sacando pecho por una propuesta suya que fue aprobada en primer debate en el Concejo: que todas las sillas de Transmilenio sean exclusivas para mujeres.

Ramírez dice que sería una medida para prevenir el acoso sexual. A simple vista, el concejal de la familia, que se ha opuesto a derechos como el matrimonio igualitario y el aborto, podría lucir como todo un defensor de las mujeres. ¡Un adalid de las causas femeninas!

Pero la propuesta está lejos de ser una solución. Es todo lo contrario. De acuerdo con lo que plantea él, la mejor forma de prevenir el acoso sexual contra las mujeres es mantenerlas alejadas de los hombres, como si no se les pudiera decir a ellos que aprendan a respetarlas.

Pareciera como si este tipo de propuestas partieran de la idea de que ya no se puede hacer nada para evitar que los potenciales acosadores se conviertan en acosadores, y como no se puede hacer nada, pues es mejor mantener su ‘objeto de deseo’ lejos.

Lo que plantea Ramírez, además, es similar a las tantas ‘campañas’ de memes que circulan en redes para pedir respeto por las mujeres, y que en realidad tienen de trasfondo un machismo bien solapado. Va un ejemplo:

Facebook

Según la persona que hizo ese montaje, los únicos motivos que se necesitan para respetar a las mujeres se basan en como ellas se pueden portar en función de un hombre (y no cualquier hombre: debe ser un heterosexual): madres, abuelas, suegras y esposas. Y la esposa, claro está, debe ser una que “te dará a tus hijos”.

Como dijo alguien en mi cuenta de Facebook: “Úteros con escoba. Eso es lo que les gusta”. Se excluye, de antemano, que la principal razón para respetar a una mujer debe ser (¡oh, sorpresa!) el respeto hacia otra persona, así esa persona no quiera ser madre, casarse, tener hijos ni casarse con un hombre.

Ramírez, en su propuesta, plantea una salida facilista (y poco efectiva) para prevenir el acoso contra las mujeres en transporte público, sin notar que al acosador se le puede decir que deje de acosar.

De hecho, el concejal de la familia apela a lo mismo de la imagen para defender su proyecto: “Queremos […] reivindicar incondicionalmente la dignidad de nuestras madres, de nuestras esposas y de nuestras hijas que usan todos los días el sistema“.

Entonces, ¿qué pasa si no son nuestras madres, esposas e hijas?

LO ÚLTIMO