Las calles de la capital de Colombia se volvieron el peor enemigo de quienes habitamos esta ciudad. Pretender movilizarse en carro en esta ciudad es retar al diablo y, en la mayoría de las ocasiones, salir perdiendo (el tiempo, la cabeza, la paciencia o cualquier otra cosa, pero siempre perdiendo).

Es imposible no llenarse de pesimismo al pensar la cantidad de horas que pasan en el tráfico quienes viven en Bogotá. El tiempo que podría ser para hacer ejercicio, estudiar, disfrutar en familia o dormir, se bota a la basura en un mar de carros, buses y motos que parecen una estatua y no unos medios de transporte.

#Bogotá y su tráfico matutino… #BogotaDC #Colombia #BogotaStyle #IgersBogotá

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Aunque es algo muy difícil de comprobar, estoy seguro que el tráfico de la ciudad está en el Top 3 de las razones por las que alguien que vive en Bogotá sufre de estrés o, simplemente, anda de mal genio. Estar varias horas al día en un trancón tiene que ser nocivo para la salud (física y mental). Por lo menos, a mí, los trancones me dañan el día.

Pero la culpa no es exclusiva de la ciudad. A pesar de que hay muchas cosas que Bogotá debe mejorar en temas de estructura vial, los que vivimos acá somos los principales culpables del desastre que vemos a diario en las calles. Sin importar por la zona en la que se transite, siempre se encuentran carros estacionados a la derecha que están ahí porque “estoy esperando a alguien un minutico y me muevo”.

Todos en alguna ocasión lo hemos hecho, sin darnos cuenta que nuestro ‘minutico’ genera un embotellamiento inmenso a nuestras espaldas.

Pero esa no es la única actitud que daña el tráfico capitalino. Hacer doble fila a la hora de cruzar, manejar y ver el celular a la vez, bloquear el paso de otros carros por querer pasar el semáforo cuando no hay espacio y ser un desconsiderado al que no le importa el bienestar general, son algunas de las cosas que hacen los conductores en Bogotá y que terminan de destrozar el ya terrible tráfico capitalino.

Y eso que no estamos hablando de los amigos de las motos (que se la pasan haciendo zigzag aunque está prohibido) y de los señores del transporte público (que no paran exclusivamente en los paradores y, por afán, se salen del carril de la derecha y trancan más las vías).

Estos dos personajes, al igual que quienes manejamos carro, son culpables del desastroso tráfico que nos toca vivir a diario.

Pero todo tiene una solución… Por lo menos si usted está dispuesto a montarse en ella.

Aunque para muchos no es el medio ideal, yo insisto; lo mejor es subirse a la bicicleta.

Desde hace ya un tiempo decidí dejar atrás el diabólico trancón y moverme en dos ruedas.

Volver a moverse en #bici en #Bogotá es un placer… #MejorEnBici #BogotaStyle

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Ahora que pedaleo para moverme, dejé de demorarme alrededor de 70 minutos diarios para ir y volver al trabajo (ahora gasto alrededor de 20 minutos). Además, no gasto dinero y hago ejercicio; todo son beneficios. Sí, en ocasiones me encuentro pedaleando en medio de un aguacero, pero no me importa…

Así que, si a ud, al igual que a mí, le desespera la movilidad de la ciudad, no dude en dejar el carro en la casa y subirse en la bici. Haga el intento, se lo juro que no se va a arrepentir. Cualquier cosa con tal de no tener que vivir el infierno que es el tráfico de Bogotá.

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