Su nombre es Pilar Molano Villamizar y tiene 45 años de edad. Ella estuvo en cirugía por más de 5 horas en la Clínica del Country y es la única de las personas heridas por el atentado que no ha sido dada de alta.

Allí llegó hacia las 5:30 de la tarde del sábado  y el médico que lideró la operación de Pilar salió a las 10:38 de la noche, informó Semana. Él les avisó a sus familiares que la cirugía había sido exitosa: estaba viva y con posibilidad de recuperar su pierna. Luego del quirófano, los doctores la trasladaron hasta la unidad de cuidados intensivos, en donde se recupera actualmente.

Hacia la medianoche tuvieron que decidir quién entraría a verla y Luis, uno de los sobrinos de Pilar, recomendó que lo mejor era que nadie lo hiciera, indicó el medio citado. “Como ella no tiene piel, se puede contaminar fácilmente”, les dijo a todos sus familiares, y luego continuó:

“Ya tiene una infección grave. Los médicos han tratado de remover el polvo; las esquirlas de metal, de espejos, de vidrios; residuos de basura, agua del inodoro y los químicos del explosivo… Tiene comprometidos los músculos y los nervios del hueso”.

Sin embargo, Luis aclaró que la sangre seguía corriendo por la pierna de Pilar. De ahí se deriva la esperanza de que la extremidad se pueda salvar.

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Francy, hermana de la víctima no se quería ir sin verla, pero cuando llegó el momento de hacerlo, no tuvo el valor de entrar a la habitación donde se encontraba Pilar, así que la observó desde la puerta, señaló Semana.

Al salir, se sintió aliviada de haberla visto e inmediatamente habló con su mamá, Irma, para convencerla de que entrara y la viera. Ella le comentó que no se le veía la pierna y que estaba dormida. Además, le aconsejó no hablarle para darle paz:

“Si la llamamos y reconoce nuestra voz, va a querer despertarse. El médico dice que si se despierta se va a asustar porque no puede hablar por los sedantes”.

Tan pronto como Irma salió de ver a su hija, todos tomaron la decisión de irse a descansar y recuperar fuerzas para visitarla nuevamente al otro día. Antes de partir, Francy expresó que Dios les había hecho “muchos milagros” el sábado.

“Con pierna o sin pierna, tenemos que dar gracias de que ella está viva, de que nunca perdió la consciencia, de que la cirugía salió bien y que parece que no hay riesgo de que muera”.

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