El uribismo debería llamarse Fuerzas Uribistas Reaccionarias de Colombia (FURC)

Eso, en consideración a que el partido Centro Democrático no es de centro y menos democrático, y a que, por el contrario, “es un rebaño de neofascistas abiertamente conspirativo y desestabilizador”, sostiene Jorge Gómez Pinilla en su columna de El Espectador. La táctica “marrullera, desestabilizadora y perversa” que está aplicando esa colectividad “consiste en desviar la atención de las acciones judiciales sobre el entorno criminal que rodea a Uribe”, agrega el columnista. “El objetivo en últimas es encochinar a todo el mundo, para que los cochinos del Centro Democrático parezcan menos puercos de lo que son”, escribe airado. Y dice que el uribismo está menguado, por lo que resulta “decisivo” conocer “cuántos le ‘caminarán’ a la marcha del 2 de abril, a la que el senador Uribe está convocando”. Ese será “el bautizo de fuego para esas fuerzas rabiosas de extrema derecha que están convocando a la insurrección general. Ahí se sabrá si su beligerante comandancia dispone de suficientes ‘rebeldes’ para atizar la hoguera”.

Persecución contra Uribe, su familia y el Centro Democrático acentúa el sentimiento de que la justicia se corrompió, se politizó

“Amedrentar, ¿es esta la estrategia del Gobierno contra la oposición? A este Gobierno no se le ocurre otra estrategia más sensata, más democrática”, plantea María Clara Ospina en su columna de El Nuevo Siglo, y sostiene también que los colombianos ven “con horror” cómo los que deben salvaguardar la ley, “como el Fiscal General, han perdido todo el sentido de independencia política y cordura y, de la manera más descarada, utilizan su poder no para defender las leyes, sino como vengadores o verdugos que actúan por razones políticas o personales”. Para ella, por eso es que la detención de Santiago Uribe Vélez “ha causado tanta polémica y ha irritado tanto a los colombianos”. Y advierte: “Estamos a un paso de convertirnos en otra Venezuela, donde la justicia se vendió hace años y donde amedrentar a la oposición es el arma preferida del Gobierno”.

Grupos interesados en la guerra inventan fábulas y cuentos chinos para atemorizar a la población y ‘prevenirla’ frente al proceso de paz

Uno de esos cuentos es el de la supuesta ‘entrega del país’ a las Farc, “por un lado aceptándoles todas sus exigencias en la mesa de negociaciones, y por el otro permitiéndoles su participación política a través de las elecciones”, dice Jaír Vega Casanova en su columna de El Heraldo. Para él, “es inimaginable pensar que un movimiento político de las Farc en un escenario de postconflicto pudiera llegar por la vía electoral a una representación mayoritaria en el escenario legislativo colombiano, como para deducir entonces que se les estaría entregando el país”.

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En Colombia a los pillos con plata y poder se les trata como divinidades

Eso, mientras que en otros países como Brasil meten a la cárcel al que viole la ley, no importa si es el dueño del país, compara Paola Ochoa en su columna de El Tiempo. En Brasil, destaca la columnista los casos del constructor más grande y poderoso de ese país, Marcelo Odebrecht, condenado a 19 años de prisión por sobornar para quedarse con licitaciones de Petrobras, y del cacique del sistema financiero André Estevez, investigado por el mismo caso que incluso envuelve al expresidente Lula da Silva. En Colombia, en cambio, a Víctor Maldonado, de Interbolsa, están a punto de darle casa por cárcel. Además, ya pasaron los 240 días tras la presentación del escrito de acusación por parte de la Fiscalía, “y las audiencias de juicio no arrancan”. “Le darán el beneficio y lo mandarán a una mansión en Cartagena o Bogotá. Al igual que su cómplice en Interbolsa, Rodrigo Jaramillo, quien ‘paga’ su pena en un penthouse de 800 metros cuadrados, con sirvientes y comodidades a todo taco”. También relaciona los beneficios que han recibido Guido Nule, Erbert Otero, Emilio Tapia, ‘la Gata’, ‘Kiko’ Gómez…

Escándalos en Brasil prueban que la izquierda, que llega al poder con la bandera anticorrupción, también se corrompe y de qué manera

No es una margarita sino una flor venenosa que lleva años deshojándose en ese país con los escándalos de corrupción, dice Marcos Peckel en su columna de El País, de Cali. “La crisis brasileña se une a las que, con la excepción de Correa, sufren los mandatarios socialistas en un continente que vira bruscamente al a derecha”, agrega. “Algún antropólogo, sociólogo, psicólogo o historiador algún día podrá, quizás, explicar por qué Brasil siempre será esa potencia del futuro, estatus que nunca logra alcanzar”.

La existencia de bandas latinas en Madrid no es aún un problema grave, pero sin duda es preocupante

La alerta la enciende el diario El País, de España, a propósito la muerte, en pleno centro de la capital, una de las áreas más vigiladas de la ciudad, de un menor de 15 años en un enfrentamiento entre bandas latinas la noche del sábado. Eso, asegura ese medio, “ha puesto sobre la mesa un problema enquistado y que no se ha conseguido erradicar”. Afirma que es necesario afrontar este problema “con firmeza y acabar con unas asociaciones que se nutren de jóvenes de entre 14 y 16 años a los que solo ofrecen violencia, robos y peleas”. Advierte, eso sí, que firmeza no significa simplemente centrarse solo en la actuación policial.

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