Así consta en una declaración publicada por la Casa Blanca la noche de este jueves, en la que Trump incluye a Colombia en una lista de 22 países en los que se concentra la producción o se presenta mayor tránsito de drogas.

Afganistán, Bahamas, Belice, Bolivia, Birmania, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, India, Jamaica, Laos, México, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Perú y Venezuela completan el listado.

Eso sí, aclara que esta mención “no es necesariamente el reflejo de los esfuerzos de sus gobiernos contra las drogas o su nivel de cooperación con los Estados Unidos”. En cambio, explica, “la razón por la que estos países están en la lista es la combinación de factores geográficos, comerciales y económicos que permiten que las drogas transiten o sean producidas, aun si un gobierno ha implementado medidas de control”.

En ese sentido, amonesta a México y descertifica a Bolivia y a Venezuela por su permisividad o precariedad de resultados en la lucha antidrogas, mientras que el único al que le reconoce avances es al gobierno de Duque.

“El presidente Iván Duque ha hecho progresos tempranos para revertir los niveles récord de cultivos y producción de cocaína heredados de su predecesor”, indica el documento, donde también celebró sus esfuerzos por reanudar los programas de erradicación aérea de cultivos.

“Este progreso necesita continuar y expandirse, por lo que mi administración trabajará con nuestros socios colombianos para alcanzar nuestras metas conjuntas de reducción de cultivos y producción de cocaína a la mitad para finales de 2023”, agrega Trump en la misiva.

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Al mismo tiempo, el jefe de Estado norteamericano también aprovechó para expresar su apoyo en la iniciativa del gobierno colombiano para “restaurar la democracia en Venezuela”, asegurando que “con el fin de la dictadura de Maduro (…) Estados Unidos tendrá una mejor oportunidad para trabajar con Venezuela para minar el flujo de drogas que salen de Sudamérica”.

De esta forma, el gobernante estadounidense pone fin a las amenazas de descertificación que habían puesto nervioso al Gobierno y encendido las alarmas por el tema drogas, aunque es bien conocido que suele cambiar de opinión con gran facilidad.