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El proyecto de acuerdo, de autoría de Marco Fidel Ramírez, el autodenominado concejal de la familia, fue aprobado en primer debate, este viernes. Las horas pico, cabe recordarlo, son 6:00 a.m.-8:00 a.m. y 5:00 p.m.-8:00 p.m.

Ramírez, que hace poco lideró una campaña contra la película ‘La bella y la bestia’, asegura que si la medida se implementa, las mujeres se sentirán más seguras.

Según él, cuando ellas están de pie, “el riesgo de ser víctimas de acoso sexual y/o hurto es mayor”. El concejal afirma que esa es una verdad de perogrullo. Además, dice que de esa forma se evitarán las peleas por sillas.

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“En la competencia por una silla se presentan agresiones y maltratos físicos hacia la mujer y en este ambiente de caos, se facilitan  los manoseos y abusos a través de roces o fricciones, que son acosos sexuales”, señala Ramírez.

Al proyecto de acuerdo le faltan dos debates para ser probados. Sin embargo, ya ha levantado algunas críticas, incluso de mujeres.

“No necesitamos sillas en un bus exclusivas para mujeres. Sí que la justicia actúe decentemente cuando nos violan o nos matan”, escribió una tuitera.

Otra opinó: “No necesitamos las sillas del bus por el simple hecho de ser mujeres”.

Por su parte, algunos hombres piensan que la propuesta discrimina: “Sillas solo para mujeres es discriminar a los pasajeros de otro género”, dijo uno.

El proyecto de acuerdo recuerda una medida que se intentó implementar en Bogotá: los vagones rosados de Transmilenio exclusivos para mujeres. Creados en 2014, fueron eliminados dos años después, cuando el Distrito comprobó que estos no ayudaron a disminuir el acoso contra mujeres en el sistema de transporte.

Por eso, cabe preguntarse: ¿no es mejor que haya campañas y medidas para evitar acosos contra mujeres en todo lugar, no solo en Transmilenio?

Esta fue la intervención de Ramírez para defender su propuesta:

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