Las audiencias programadas para esos días tienen el propósito de escuchar, según dijo el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), el magistrado y ponente de la iniciativa, Alexánder Vega, a las partes involucradas en el mecanismo de revocatoria, es decir, a los comités promotores y los alcaldes.

Vega busca que la revocatoria de mandatarios locales sea más compleja que la simple recolección de firmas y se incluyan a este proceso otros elementos como la entrega de pruebas de que los planes de gobierno no se están cumpliendo.

La de hoy será una “exposición de motivos y una verificación de apoyos” a la que también están invitados el registrador nacional, Juan Carlos Galindo; el procurador general, Fernando Carrillo; el contralor, Edgardo Maya; y de los ministros de Hacienda, Mauricio Cárdenas y del Interior, Juan Fernando Cristo, apuntó El Espectador.  

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Lo malo de todo esto no es solamente el riesgo de que unos 101 municipios del país queden bajo interinidad administrativa, sino que la carga política que está detrás de todo este proceso, algunas veces presionando y otras tramando salidas legales de último minuto, termine por enredar un proceso que ya cuenta con un número inusitado de firmas, especialmente en Bogotá, en donde al menos 666.000 personas apoyan la revocatoria del alcalde Enrique Peñalosa.

A todo eso se suma que los magistrados del CNE, que es un órgano electoral, son nombrados por el Congreso de la República y son figuras eminentemente políticas dado su origen. Por eso la preocupación de los voceros de los comités de revocatoria a que no “se le dé una patada al tablero de la democracia”, como afirmó Carlos Carrillo, integrante del comité Revoquemos a Peñalosa, a ese diario.

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