Los pormenores de su relato permiten entender por qué la juez del caso mandó a la cárcel a García para que responda por el delito de intento de homicidio agravado, aunque él no lo aceptó.

“Estoy viva y eso me hace muy feliz porque realmente sí sentí dos veces que me pasara la llanta muy cerca de la cabeza”, empezó a decir Molina en Caracol Radio, y agregó que todo empezó porque él detuvo su carro y abrió las cuatro puertas. “Yo me hago por el lado izquierdo para pasar adelante, y calculo mal y en la salida le toqué una puerta. En realidad, dañé mi carro con el de él”.

“Yo me bajé a responder de todas formas porque mi carro estaba involucrado. Y antes de que yo me bajara él ya me estaba insultando”, continuó Molina en su relato a la emisora. “Yo por eso empecé a grabar, porque me di cuenta de que él era capaz de atacarme. Pero nunca me imaginé que me fuera a pasar el carro por encima. Yo me imaginé que él me iba a pegar, que lo máximo que era capaz era darme puños”.

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“Lo primero que me dijo fueron unos insultos a mí como mujer”, agregó Molina, que hoy se recupera en la clínica de La Sabana. “Todas las veces se refirió a mí de forma soez y ofensiva. Era perra, y de ahí seguía. Estoy segura de que si hubiera ido con mi esposa no hace nada. Mi esposo mide 1,85, es gigante, y no se hubiera metido con él”.

“Cuando él vio que yo lo estaba grabando, me quiso quitar el celular. Me empezó a dar puños en la espalda, en el pecho, y después le dio puños a mi hermana cuando ella trató de ayudarme. Después se subió al carro y ahí sí que se volvió loco, y me tiró el carro por encima y no iba a parar”, recuerda Molina.

Pero la situación se complicó cuando ella empezó a llamar a sus vecinos del barrio Grancolombia, en Cajicá, para que la ayudaran. “Lo que hace es redirigir el timón y lanzarlo hacia mí. Que él hubiera tratado de evadirme, me habría atropellado con la llanta del copiloto, pero él me atrapa con la llanta del piloto porque él me lanza el carro a mí. Él direcciona su carro hacia mí”, dijo. “Si no es porque mis vecinos lo detienen, él me habría pasado la segunda rueda por encima”.

El resultado de la acción de García es que Molina presenta una fractura de tibia abierta, de mucho cuidado porque se pudo haber infectado con la llanta (le están haciendo lavados y no le han tratado la fractura hasta que se descarte la infección) y la perforación del pulmón con las costillas rotas.

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