Vargas Lleras apareció este lunes y martes en varios medios, dando puntadas de lo que serán sus propuestas para el país en la candidatura que espera consolidar con firmas. Y, por supuesto, los periodistas le preguntaron por Uribe.

La razón, coinciden todos, es que para llegar a la presidencia en 2018, por el agitado clima político del país, serán indispensables las coaliciones, muchas de las cuales, y eso se anticipa ya, girarán en torno a la implementación de los acuerdos con las Farc, especialmente la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

Y como las posiciones de los jefes del Centro Democrático y Cambio radical parecen aproximarse en ese campo, se ha especulado sobre una eventual alianza entre Uribe y Vargas Lleras.

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Sin embargo, hay quienes se preguntan si eso será posible, por ejemplo, después de que en 2014, cuando Vargas Lleras era Ministro de Vivienda, Uribe dijera que la justicia estaba en mora de investigarlo por sus relaciones con paramilitares de Casanare y con Salvatore Mancuso.

Vargas Lleras respondió: “De hace un tiempo para acá el doctor Álvaro Uribe trató de vincularme con Mancuso. Esos hechos ya fueron constatados por la justicia, y lo que arrojó esa investigación es que el que era verdadero amigo de Mancuso y quien recibió todo su apoyo era el doctor Álvaro Uribe”.

En esa misma declaración, Vargas Lleras mencionó testimonios que pondría a disposición de la Fiscalía y que le permitían solicitar una investigación (hasta ahora no se sabe en qué terminó eso) para que se determine si es cierto o no que detrás de este complot en su contra participaron Santiago Uribe Vélez (hermano del expresidente y hoy detenido por parapolítica), un coronel Ramírez y un grupo de personas ligadas al sector esmeraldero que habrían puesto los recursos.

Semejante cruce de acusaciones en torno a las supuestas relaciones de los dos políticos con el cabecilla paramilitar reflejó el mal clima que había entre ellos dos hace tres años, enrarecido además por el simple hecho de que Vargas Lleras era un alto funcionario del gobierno de Santos, el principal enemigo político de Uribe.

Pero como en política todo es posible, hoy, preguntado por si establecería una alianza con Uribe, Vargas Lleras responde: “Yo estoy dispuesto a entenderme con todo el mundo que tenga las mismas preocupaciones” sobre los temas que plantea él, “y cierto criterio parecido sobre lo que ha de ser la orientación del Estado”.

Al ser invitado a precisar su postura sobre Uribe, Vargas Lleras insiste en que no le cerrará la puerta a nadie que comparta con él “los mismos temores sobre los riegos para el país que representa un triunfo en las elecciones presidenciales de sectores tan radicales de la política colombiana”, en clara alusión a las Farc.

Y hasta advirtió, con tono de preocupación, sobre el riesgo de que las Farc pretenden que Uribe sea sometido a la Justicia Especial para la Paz.

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