Precisamente, la catástrofe del pasado viernes 31 marzo sirvió para que Vélez pidiera perdón. Él, al enterarse que su esposa y su pequeño hijo habían sido víctimas de la avalancha en la capital del Putumayo, viajo desde Medellín —donde actualmente vive— para ayudarlos y buscar la reconciliación, según Noticias Caracol.

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“Cuando me enteré casi me muero. Donde a mi mujer y a mi bebé les hubiera pasado algo, yo me muero con ellos porque son mi vida. Yo a ellos los amo”, expresó el hombre.

Estando en uno de los albergues que el Gobierno asignó a los damnificados, Guevara le contó al informativo que se separó del padre de su hijo por “los celos exagerados y las mujeres”. Aunque, Vélez asegura que para ellos “son cosas del pasado”.

La pareja trata de restablecer su relación amorosa, en medio del desastre. Para Guevara, su esposo está con ella y su bebé en el momento que más lo necesitan.

Por otro parte, la mujer también contó al noticiero que se salvó de la muerte porque no estaba dentro de su casa, la cual fue arrastrada por el agua.

Mi casa se la llevó toda con lo que tenía; la ropa del niño, la mía y mis cositas. Quedé solamente con lo que tenía puesto”.

Verly Guevara, damnificada.

Esta, al menos, es una historia feliz en medio de toda la tristeza que dejó la tragedia de Mocoa.

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