“A los pilotos los han triturado mediáticamente mostrándolos como ambiciosos que reclaman beneficios exagerados. Avianca es una de las empresas que más pauta en los medios, mientras que los pilotos no, y eso está pesando en información”, dice Bejarano.
Bejarano, a renglón seguido, hace una lectura diferente a la que se ha hecho en medios del conflicto, planteando como tesis principal que Avianca es un monopolio y que su accionista principal, Germán Efromovich, está “hoy preso de su soberbia”.
Para Bejarano, la empresa lleva 5 años desmantelando el sindicato, y logró la declaratoria de ilegalidad del paro gracias a que (por esta estrategia, precisamente) muchos pilotos se han retirado de él.
“Además Avianca sacó adelante su alegato de que presta un servicio público esencial en el que no puede haber paros, lo que es una rareza conceptual porque en los demás países no es así”, agrega.
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Usando el mismo argumento de la aerolínea, Bejarano concluye:
“Si lo que está en juego es si este paro es ilegal porque se trata de un servicio público esencial, hay que preguntarse si conviene que toda esa gigantesca operación aérea esté en manos de la voluntad de una sola persona que, además, un buen día podría decidir dejar todo botado aquí y regresar a su país”.
Para Ortiz Cassiani, además de la dignidad de los trabajadores, el derecho a la protesta, el derecho a tener las mismas condiciones laborales de los pilotos de la empresa en otros países y la exigencia de condiciones para la seguridad aérea, hay que agregar el tema del papel de los medios de comunicación.
“Por qué no se preguntan qué motivos hay de fondo para que unos pilotos que muchos consideramos la élite en el mundo laboral estén protagonizando la huelga más larga en la historia del gremio; y quizá nosotros deberíamos preguntarnos por el tamaño de la pauta de Avianca en los medios de comunicación”, dice.
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