El encuentro duró 10 minutos y fue detrás del templete de la ceremonia, y por esa razón ningún medio de comunicación se dio cuenta de lo que estaba pasando, dice Germán Arenas, periodista de Putumayo Noticias, en un artículo de Semana.
Pero, contrario a lo que dice ese periodista, un medio sí registró lo sucedido el día que pasó: Caracol Radio.
Sin embargo, la diferencia en esta ocasión es que Arenas entregó detalles del encuentro que no se conocían.
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De acuerdo con el periodista, la corta reunión se logró después de que Sorrel Aroca, gobernadora de Putumayo, le dio un regalo al papa Francisco (una túnica tejida por mujeres indígenas Kamentsá, del Valle del Sibundoy, conocida como sayo).
“Fue un encuentro espontáneo, muy corto, pero que surtió el mayor efecto, no solo para la delegación encabezada por la gobernadora Sorrel Aroca, sino para el mismo papa”, aseguró el obispo de la diócesis Mocoa-Sibundoy, monseñor Luis Albeiro Maldonado, citado por Semana.
El papa se puso el sayo y saludó a cada una de las 8 víctimas, entre ellas, Giovanny Muñoz que, según Arenas, registró en su celular el saludo que les dio el papa:
“Todos los que han sufrido la avalancha en Mocoa, estoy muy cerca a ustedes. Los acompaño, rezo. Levantarse seguir adelante, adelante no dejarse y que Dios los bendiga”.
La siguiente foto muestra al papa con el sayo.
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