Las redes sociales crearon “una nueva forma de adoctrinamiento que amenaza con acabar con el pensamiento, la reflexión y el individuo”, porque, según dijo en Semana, son “el escenario perfecto para manipular a los usuarios”.

Este año que termina deja muchos ejemplos de eso y Duzán menciona entre los más sonados los que se convirtieron en un “impacto demoledor en los sistemas democráticos” tanto en Estados Unidos como en Colombia.

Sobre Gustavo Petro, la columnista dice que:

Lo reprobable no es que Petro haga oposición, sino que tenga una estrategia en las redes tan radical y agresiva. Sus seguidores en las redes denotan una dosis de adoctrinamiento parecida a la que tienen las huestes uribistas”.

Y eso le  ha servido para plantar información falsa que se viraliza a través de las redes sociales.

A los promotores del ‘no’ también les corresponde una buena parte de las noticias falsas que afectaron la opinión de los colombianos.

Como la supuesta ley que obligaba a los pensionados a entregar un 7 % de las mesadas para sostener a las bases guerrilleras, la adopción de secuestrados o que la extradición de Andrés Felipe Arias se pactó en La Habana, son algunas de las  falsedades que tuvieron efectos en la opinión d los colombianos, destacó Duzán.

A los evangélicos o cristianos, les bastó con inventar un “anticristo en el acuerdo de paz y fabricaron la mentira de que allí encriptada aparecía  la ideología de género”, recordó la periodista.

Con relación al presidente Santos la cosa fue distinta porque sus “mentiras” no tuvieron éxito dado que “a diferencia de estos tres casos, carece de un ejército de santistas adoctrinado y combativo que salga a plantar esas mentiras en las redes sociales”, apuntó el análisis.

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