A ese lugar entró el menor, que la semana pasada había celebrado su cumpleaños, y escuchó a su mamá cuando le contaba a otra persona la noticia de la llegada de un nuevo miembro de la familia, reporta Caracol Radio.

“Al escuchar una situación en particular, un diálogo que tenía su progenitora con otro familiar, [el niño] se entera de una noticia que no le gustó, y toma la decisión de quitarse la vida”, confirmó en esa emisora el mayor Javier Alvear, de la Policía de Barrancabermeja.

“Se está manejando una hipótesis, algo así como que estaba presto a que le fuera a llegar un nuevo hermanito, y pues como no se manejaron las cosas dentro de lo que se debían haber manejado dentro de una reunión familiar…”, agregó el oficial.

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La emisora informa que el niño decidió ahorcarse colgándose con su lazo de acólito de un ventilador de techo en su vivienda.

Antes de oír la noticia que desencadenó su fatal decisión, el niño estuvo jugando fútbol en la cancha del barrio, agrega Vanguardia Liberal, medio para el cual el niño se quitó la vida “por razones que, hasta el momento, son desconocidas para su madre, que no cesa de preguntarse qué pasó”.

“El pequeño fue hallado por su hermano de cinco años, quien dio aviso a sus abuelos. Su madre estaba fuera de casa comprando alimentos cuando llegó y se encontró con el suceso”, agrega el diario bumangués.

Ese medio también indica que el niño era estudiante de séptimo grado de un colegio oficial, “cuyo rector no referenció inconvenientes con los compañeros, ni problemas de comportamiento. Vivía con su madre, su padrastro y sus tres hermanos, todos menores de edad”.

Del niño también se supo que amaba el fútbol y lo practicaba con frecuencia en la cancha de su barrio. Y añade Vanguardia: “En sus ratos libres era el acólito de la iglesia Sagrada Familia, en donde serán sus honras fúnebres”.

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