La mujer, que llegó a vivir a ese municipio de Caldas hace dos meses, interpuso la tutela contra la parroquia Nuestra Señora de los Dolores, paradójicamente, porque el ruido de las campanas le causa dolor de cabeza, migraña y estrés, según contó ella misma al diario La Patria de Manizales. 

De acuerdo con el relato de la mujer en ese medio, desde que ella llegó al municipio se instaló en una casa cercana a la plaza principal, donde está la iglesia, pero no contaba con la fuerza del ruido de las campanas que suenan tanto de día como de noche.

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Ella argumenta que se le están vulnerando los derechos “al silencio, a la paz y a la salud” ya que el constante ruido de las campanas de la iglesia no le deja “conciliar un sueño reparador en las noches”, dijo ella a ese rotativo. 

Al respecto, José Libardo Flórez, párroco del pueblo, dijo que el sonido de las campanas hace parte de una tradición histórica del municipio y que, hasta el momento, nadie se había quejado por el ruido de estas. 

No podemos quedar sometidos a la dictadura de una minoría; porque entonces dónde queda el sentir de la inmensa mayoría de pensilvanenses que incluso se sintieron felices cuando las campanas volvieron a sonar después de estar cinco meses mudas por culpa de la pandemia”, reflexionó el párroco, en diálogo con ese periódico. 

Por supuesto, la inmensa mayoría de los habitantes de ese municipio de Caldas también manifestaron su inconformidad ante la tutela. De hecho, miles de ellos recogieron firmas para evitar que la justicia favorezca el interés individual por encima del interés colectivo, añadió La Cariñosa de RCN Radio. 

“Cuando supimos lo que estaba pasando, nos pusimos en la tarea de recolectar firmas. Esperamos que sean entre las 2.500 o 3.000 firmas para evitar que se tenga en cuenta esa tutela que atenta contra la tradición del pueblo”, apuntó Rubén Darío López, uno de los líderes de la recolección de firmas, en diálogo con esa emisora. 

Al respecto, el alcalde de Pensilvania, Caldas, Jorge Orlando García, indicó que las campanas de la iglesia hacen parte de una tradición cultural del pueblo y que, si bien acepta el derecho de la mujer a poner la tutela, no lo comparte al ser algo que no afecta a la ciudadanía. 

“Las campanas son parte de la cultura y las costumbres, por lo que no estamos de acuerdo con que dejen de sonar y más porque a una sola persona le molestan; más cuando esto es un tema de costumbre, porque muchas personas aquí, incluso, no perciben el sonido. Consideramos que esto no causa ningún daño a la ciudadanía”, concluyó el alcalde del municipio caldense, en palabras recopiladas por La Cariñosa de RCN Radio.

En este video, publicado por La Patria de Manizales, se escucha cómo suenan las campanas: