Precisamente a ese barrio llegó, en la mañana de este domingo, el papa Francisco a visitar a la mujer y de paso a descansar unos pocos minutos, luego de que sufriera un incidente en el papamóvil, cuando hacía su recorrido por la Ciudad Amurallada.

Sin embargo, el sumo pontífice no llegó a donde Lorenza por coincidencia, sino porque había prometido visitarla para bendecir su casa y el comedor en el que a diario le ofrece comida a 85 niños, de acuerdo con Caracol Radio.

Lorenza, según la emisora, lleva 52 años viviendo en ese humilde sector de Cartagena y por los menos 20 años ofreciéndoles almuerzo a los menores de manera desinteresada. Su bondadosa labor fue destacada por el sumo pontífice en la Plaza San Pedro Claver:

“Visité la casa de Lorenza, que acoge a muchos hermanos y hermanas nuestras para darles alimento y cariño”.

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Esa humilde mujer contó en la cadena radial que solo recibe el apoyo de “gente que le nace. Nos está ayudando una pareja de Bocagrande, de apellidos Isaac Trespalacios, además de otras familias y un grupo de tenderos. Nos traen alimentos quincenalmente, nos traen carne, un bulto de arroz, y lo que nos pueden mandar”.

Lorenza, antes de la llegada del santo padre a su casa, dijo a la emisora que le pediría:

“Lo único que necesito es salud y amor, lo único que le voy a pedir al Papa es que ore por mí, para que tenga salud y poder continuar con esta labor con los niños hasta que el señor lo permita”.

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