Las personas que salieron del albergue lo hicieron por “sus familias” y se marchan sin ninguna queja relacionada con malas condiciones de alojamiento, como aseguraron los migrantes en Twitter.

Otro grupo de unas 29 personas también saldrá rumbo a Venezuela el próximo fin de semana, confirmó la secretaria social, Cristina Vélez Valencia, a Caracol Radio.

“En estos días vamos a definir el plan con cada familia para cumplir con el compromiso de levantar el campamento antes del 15 de enero”, añadió la funcionaria a ese medio.

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No obstante, existen reparos sobre las constantes violaciones al manual de convivencia por cuanto los migrantes han encendido fogatas para cocinar o han recibido donaciones, precisó El Espectador. 

Esto está prohibido dentro de la zona campamentaria toda vez que a los migrantes se les ha proporcionado las ayudas humanitarias acordadas, aunque de forma priorizada para niños, mujeres y adultos mayores, añadió el periódico.