La primera vez, la pequeña Sara Salazar fue llevada al centro médico de Armero-Guayabal (Tolima) por su madrina.

La mujer aseguró que la niña se había caído. Sin embargo, David Pabón, el médico que la atendió, notó que el cuerpo de la niña tenía unas señales distintas a lo que decía la madrina, cita Noticias Caracol.

“Se activó el mecanismo de alarma para llamar a las autoridades y reportar un posible caso de negligencia asociado al estado en que llega la menor”, explicó Pabón, consultado por el noticiero.

Además, hace un año, el Hospital del Líbano recibió a la pequeña por un posible infarto y una anemia, dice Noticias Caracol.

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Los médicos del lugar reportaron que Sarita estaba desnutrida y que había sufrido maltrato, por lo que le enviaron esa información a dos entidades: la Comisaría de Familia y la Defensoría de Familia de Armero-Guayabal.

Al respecto, Sandra Liliana Torres, secretaria de Salud del Tolima, declaró lo siguiente a Noticias Caracol: “Si hay una evidencia de desnutrición, tenían que hacerle seguimiento en la comisaría para ver qué era lo que estaba fallando”.

Pero, al parecer, la Comisaría de Armero-Guayabal no actuó de la forma adecuada.

De otro lado, Alba Castro, representante de los pediatras de Ibagué, afirmó al noticiero: “Cuando todos nos damos cuentas de que sí se hizo una notificación inicial, vemos que era un evento prevenible, y le fallamos”.

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