Esta historia, que asombra en la ya de por sí cruel vida criminal del país, comenzó el 2 de mayo del 2006 en el barrio Danubio Azul (Usme), sur de Bogotá, cuando Luisa Fernanda Vásquez —la joven asesinada de 24 años— salió de su casa con su hija, de 2 meses de nacida, y jamás regresó, de acuerdo con un especial de RCN Televisión.

Ese día, Vásquez iba a donde un médico porque su bebé estaba enferma. Salió acompañada de Alicia Hernández —la mujer para quien trabajaba en oficios domésticos, era su vecina y supuestamente estaba embarazada— porque prometió llevarla a donde un doctor en el 20 de julio, sur de la ciudad.

Hernández, que en varias oportunidades le había insinuado a Luisa Fernanda y a su hermana Cristina Vásquez (también embarazada) que vendieran sus bebés a un extranjero, fue la última persona que vio a la joven (madre de otros dos niños y de 2 y 5 años).

“Yo le lavaba cada 8 días, me daba comida y me pagaba. Un día me dijo que estaba embarazada, también le conté que estaba embarazada y que era mi tercer hijo, igual que mi hermana […] Después me dijo que necesitaba una muchacha que le vendiera su bebé, que me dada un lote en el Paraíso y 200 mil pesos. Yo le dije que no”, narró en RCN Cristina Vásquez, hermana de la víctima.

Cristina recuerda que su jefe estaba obsesionada con una niña, aunque alardeaba de estar embarazada, y cuando supo que ella iba a tener un niño la alejó y le quitó el trabajo. Luego, comenzó a acercarse a su hermana Luisa Fernanda porque sabía que iba a tener una mujercita.

Cuando la bebé de Luisa Fernanda nació y se enfermó, Hernández, que nunca estuvo embarazada, aprovechó la situación para concluir su plan macabro. Secuestró a la joven y a su hija, y le pagó los 2 millones de pesos a José Danilo Torres López para que la matara y así se quedó con la niña.

Torres López, luego de intensas investigaciones, fue detenido en los últimos días en la capital y un juez lo envió a prisión. Deberá responder por la muerte de Luisa Fernanda, a quien le propinó 2 disparos, según RCN Radio.

Pese a que la familia Vásquez insistió a las autoridades en la búsqueda de la mujer y su hija, y en varias oportunidades recurrió a Medicina Legal, nunca tuvieron respuestas. Hernández solo les decía que la joven se había ido con un hombre, aunque sus versiones empezaron a ser contradictorias. Luego se marchó de ese barrio.

Una década después, a comienzos del 2016, el hermano de la mujer extraviada se encontró con la expatrona de sus hermanas [Hernández]; ella iba con una niña de 10 años muy parecida a Luisa Fernanda.

“Mi hermano me decía: ‘Cristina, la niña es igualita a Luisa’”, recuerda.

De nuevo presionaron a las autoridades para que investigaran el caso. En febrero, la Fiscalía descubrió que Luisa Fernanda fue asesinada 2 días después de su desaparición y abandonada en un potrero cerca de su casa.

Su cuerpo fue reportado como N.N. y enterrado en una bóveda de un cementerio de Bogotá. Después, el cadáver fue exhumado y reconocido por los familiares. En la ropa de la mujer solo encontraron un babero de la niña, de la que no habían más rastros.

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Durante las indagaciones, los investigadores en una jornada de limpieza oral en el colegio de la supuesta hija de Hernández, le tomaron muestras de ADN a la menor y las cruzaron con el de la mujer asesinada. El resultado fue definitivo: 99.9 % de compatibilidad.

A finales del año pasado, se logró establecer que Hernández robó a la niña durante esos 10 años. Fue enviada a la cárcel por los delitos de secuestro, homicidio y falsedad en documento, en calidad autora intelectual. Aceptó los cargos y aún no se ha establecido su condena.

La niña ya sabe la verdad de la escalofriante historia y permanece bajo la custodia de Bienestar Familiar. Mientras tanto, la familia Vásquez pelea por la custodia.

En este video publicado en YouTube, por Abelardo de la Espriella, puede ver la historia completa del especial de Noticias RCN.

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