Después de que la asamblea los escogió, el pasado 21 de julio, empezaron las persecuciones, explica El Tiempo, que habló con Pedro José Toconis, uno de ellos.

Cinco están en Colombia (incluido Toconis), dos tienen asilo político en Panamá, tres fueron capturados y seis están en la embajada de Chile en Venezuela. Del resto, dice el diario, solo se sabe que están huyendo, pero no hay información sobre a dónde.

“Todos [los que están en Colombia] ya tenemos sello en el pasaporte en condición de turista y no como refugiados ni asilados, como les ha tocado a otros. Hemos tenido reuniones en la Defensoría del Pueblo acá en Colombia, con algunas instituciones que nos han abierto sus puertas con opciones laborales mientras se supera la crisis”, dijo Toconis a El Tiempo.

Según este juez, después del 21 de julio, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebín) los ha asediado sin piedad: “Han violentado la casa de familiares y amigos a altas horas de la noche. Llegan con armas y pasamontañas a requisar y verificar si estoy ahí. Los han llevado a interrogatorios para que les digan qué saben de mi paradero”, dijo, y añadió:

“Ha sido igual el trato con los otros magistrados. Todo esto es duro, y más cuando no has cometido delitos. Me tienen bloqueadas las cuentas, sin una orden judicial”.

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Toconis, además, se refirió a la oposición en su país: “No hay una ideología clara y, ante esos discursos contradictorios, yo creo que los que rigen la MUD [Mesa de la Unidad Democrática, coalición opositora] deben tomar sus estrategias siempre recordando lo que pide el pueblo”.

Ni el juez ni el diario informan los nombres de los otros que están en Colombia. Seguramente, por razones de seguridad.

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