“Mamá, ¿existen las ballenas azules?”,  preguntó Maylen Lizette, de 13 años, a lo que su madre, Maylen Villamizar, respondió lo primero que se le vino a la cabeza en relación con estos animales: “Existen y deben quedar pocas. Están en vías de extinción”.

Esta triste historia la recoge la periodista Salud Hernández en una crónica para el diario El Mundo de España, en la que cuenta que la madre soltera, que vive en Cúcuta (Norte de Santander), creyó en ese momento que la pregunta se trataba de una inquietud más de las que tenía su hija. No obstante, esa fue la puerta de entrada al macabro juego conocido como la ‘Ballena Azul’.

“El domingo 16 de abril le vi una foto en el celular de cómo se ataba una soga para ahorcados, paso a paso. Le pregunté por qué la tenía y me dijo: ‘tranquila: es una foto que me mandaron’. La borró enseguida y me devolvió el celular. ‘Bueno, ten cuidado con eso’, le dije, y aunque quedé algo preocupada, olvidé el incidente con lo que siempre nos decimos: cosa de adolescentes”, explicó la mujer a ese medio.

Días después, cuenta, empezó a notar comportamientos extraños de su hija ya que en ocasiones se quedaba despierta hasta la madrugada observando imágenes en el celular o en su cuenta de Facebook:

Me levantaba (en la madrugada) y encontraba las luces prendidas de la sala y ella con el celular. Decía: ‘Sí, sí, mami, ya voy’, y le veía cerrar ventanas de la pantalla con una agilidad impresionante. No podía saber cuánto tiempo llevaba despierta porque yo caía como piedra a la cama, cansada”.

Luego, cuenta, vinieron momentos en los que la jovencita se mostraba irritada por cualquier cosa. Incluso, llegó el día en que no se quiso levantar para ir al colegio aduciendo que estaba enferma.

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“En dos o tres ocasiones escuché en la noche que gritaba desde la sala: ‘¡Ya cumplí el reto de hoy!’. Le pregunté: ‘¿De qué hablas?’. Respondía con risas”, agrega Maylen en la entrevista.

Días después la jovencita preguntó si las personas que se suicidaban eran valientes o cobardes. Fue ahí cuando su madre empezó a sentir curiosidad por las inquietudes de la menor, ya que al revisar su cuenta de Facebook se percató que había eliminado la foto de perfil en la que aparecían las dos.

Pero el 28 de abril a las 10:30  de la mañana ocurrió la tragedia que hoy viste de luto a la familia Villamizar: el cuerpo de Maylen Lizette fue encontrado colgado de una soga. Después de su muerte, la madre se vino a enterar que Lizette “tenía abiertas tres cuentas secretas más” en la red social.

En medio del dolor por la pérdida de uno de sus tres hijos (los otros dos son varones) Maylen Villamizar dice que concedió esta entrevista para El Mundo no porque quiera vender su tristeza, sino porque desea alertar a otros padres de familia sobre el peligro que corren sus hijos con los estúpidos retos de estos juegos que circulan en redes sociales.

Además de esta madre, John Montoya, hermano de Jean Paul, contó hace unos días a Noticias Caracol que el joven de 17 años aprovechó que su madre había salido a la tienda para atentar contra su vida.

“Simplemente, el día que se quitó la vida, estuvo conectado en Internet, compartiendo chistes por Facebook, haciendo sus tareas normal”, relató John al noticiero, y dijo que cuando el CTI de la Fiscalía revisó el computador encontró que su muerte, al parecer, estaba relacionada con el reto de la ‘Ballena Azul’.

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