La orden del tribunal es que se investigue el procedimiento por el cual el juez 11 municipal penal de Medellín no ordenó medida de aseguramiento contra Reyes, sabiendo que la Policía lo había detenido por la brutal golpiza que le propinó a la mujer el pasado siete de marzo, informó Caracol Radio.

Además, Claudia Rodríguez pidió protección de las autoridades ya que el día de la agresión Reyes intentó secuestrar a su hijo. Sin embargo, el hombre quedó libre y casi un mes después, el pasado 10 de abril, la retuvo y la asesinó con arma de fuego en un local del centro comercial Santafé, en Bogotá.

Pero al escuchar los argumentos que dio el juez para sustentar su decisión hay que destacar que la responsabilidad no solo recae en él, ya que el funcionario advirtió ese día que los policías que atendieron el caso cometieron una “serie de irregularidades”.

La grabación fue revelada por Blu Radio y allí se explica el mal procedimiento: “Primeramente, tenían que trasladarlo a él a las instalaciones de la URI y, posteriormente, volver por la víctima, y no, como hicieron ellos”.

“No es de recibo para la Judicatura esa escueta constancia que deja la Policía Nacional de por qué lo trasladan a un CAI, cuando debieron, de manera inmediata, llevarlo a las instalaciones de la URI”, afirmó el juez.

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“Tampoco admite y tampoco recibe esa escueta constancia de que, inicialmente, tuvieron que llevar a la víctima a colocar la denuncia y, posteriormente, regresar por la persona, porque aquí la prioridad, reitero, era quien estaba privado de la libertad, que en este caso era el ciudadano Julio Reyes Andrade”, añadió.

El juez, además, indicó que no fueron claras las horas de los reportes del caso. La captura fue legalizada a la 1:45 a.m. del ocho de marzo, a pesar de que el informe policial muestra que la agresión ocurrió a las 11:45 p.m. del siete de marzo.

Rodríguez, según el juez, dijo que los ataques contra ella ocurrieron después de las 9:00 p.m.

Así mismo, de acuerdo con el funcionario judicial, los policías dijeron que la verificación de lo que estaba diciendo la víctima duró una hora y 45 minutos.

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