El diario El Tiempo conoció, a través de fuentes cercanas al caso, que un equipo de investigadores de alto nivel tiene la misión de recuperar el computador e identificar a las 4 mujeres que habrían drogado y hurtado a los 3 oficiales de marina en hechos que son materia de investigación.
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El hermetismo que ha acompañado la investigación sugiere que el caso fue asumido con prioridad por las autoridades de los dos países. Para evitar filtración de datos e información vital para el caso, representantes de la embajada de Estados Unidos evitaron instaurar una demanda por el robo, añadió el periódico.
Los hechos ocurrieron entre el 3 y el 4 de febrero de este año e involucró al coronel de Marina Roger McDuffie y a los mayores Andrew Mueller y Mauricio Sáenz, del Cuerpo de Marines del Sur de Estados Unidos, informó The Miami Herald en un reportaje del 26 de mayo.
Este diario sugiere que los oficiales no acataron el debido protocolo de seguridad y abandonaron la zona asignada para ellos por el Pentágono. Al parecer, tampoco completaron el entrenamiento sugerido a los militares estadounidenses antes de venir al país, ni conocían los riesgos de la vida nocturna en la capital colombiana.
Dos de los oficiales quedaron inconscientes tras ser intoxicados mediante escopolamina y uno más entregó avances en efectivo a las mujeres que habían conocido en un bar de la Zona T (al norte de Bogotá).
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