La investigación en este caso dio un giro tras las declaraciones que entregó el comandante de Infancia y Adolescencia en Bogotá, mayor Rodrigo Mancera, que dijo a Noticias Caracol que “descartamos que sea cualquier tema que tenga relación con el fatídico ‘juego’ de ‘La Ballena Azul’ (…) Como ellos tienen una relación sentimental, posiblemente pudieron haber hecho algún pacto”.

Esa misma declaración del posible pacto suicida la recoge Caracol Radio, que indica que los dos menores, de 16 años, “tenían cartas de despedida en los bolsillos”.

Aunque hasta el momento ni autoridades ni familiares de las víctimas se han referido al contenido de esos escritos, por ser una prueba que está en investigación, primeros detalles que revela el noticiero apuntan a que “habrían especificaciones, por ejemplo, de cómo los jóvenes querían ser sepultados y cuál era el tipo de homenaje que querían que se les rindiera”.

Pese a que ya fue descartada una posible influencia del ‘juego’ que circula en redes sociales, pues según dijo el oficial la familia no les permitía acceso a internet, lo que llamó la atención de los testigos del suicidio fueron unas marcas extrañas que los jóvenes tenían en sus cuerpos.

El artículo continúa abajo

“Los niños estaban marcados, en la parte del abdomen y en los brazos. El niño tenía unas cruces y heridas en el cuerpo, en una pierna se le alcanzaba a ver”, explicó una testigo al noticiero.

Esa versión también la corroboró Emergencias Bogotá, que en un reporte oficial se refirió a que el jovencito presentaba “lesiones lineales en forma de flechas en el tórax causadas con un elemento cortante”.

Las víctimas, según ese medio, llevaban varios días desaparecidas y sus familias las estaban buscando.

Así las cosas, las autoridades tratan de establecer el motivo por el que los jóvenes decidieron saltar al vació desde un piso 13 de un edificio del conjunto residencial Lucerna, en la localidad de Bosa.

Tomada de: Twitter @faromerog

LO ÚLTIMO