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Cuando Paola Guerra salió de la universidad se llevó una gran sorpresa: no estaba su camioneta de placas GPK-183, y por supuesto, tampoco su hijo de tres años, que dormía en ella.

Un vendedor ambulante relató a la mujer lo sucedido y ella se dirigió al parqueadero Tolima, ubicado en la parte posterior de la Terminal de Transportes de la capital tolimense, donde encontró su vehículo inmovilizado y a su hijo dormido, según Ecos del Combeima.

Para ella —y para el medio citado— el retiro de su medio de transporte fue “un proceso rápido y con muchas inconsistencias”, un punto de vista que no comparten las autoridades locales.

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El coronel Jorge Hernán Silva, secretario de Tránsito de Ibagué, explicó a Noticias Caracol que los agentes no se percataron de la presencia del niño porque el vehículo tiene vidrios polarizados y el pequeño estaba cubierto por una manta. Además, afirmó que hay fotografías de registro del hecho y describió que el procedimiento no es tan rápido como parece:

Dura 30-35 minutos desde que hacen el llamado a la grúa y desde que hacen el llamado lógicamente con las sirenas por si está el dueño del vehículo para que lo mueva”.

La emisora local Ondas de Ibagué afirma que la camioneta tenía ventanas abiertas cuando fue remolcada por la grúa.

La mujer deberá pagar una multa cercana a los 350.000 pesos.

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