Para los religiosos, “el propósito de la reglamentación ordenada por la Corte [Constitucional] va en contra vía del principio constitucional de defensa de la vida (artículo 11) y abre las puertas para que la sociedad llegue a legitimar la supresión de algunas personas y la negación de los más débiles y necesitados”, dijeron en un comunicado.
Aseguran también que “no se puede jugar con la vida”, porque según ellos, la eutanasia “viola la dignidad de la persona” porque “lleva a los ancianos, a los enfermos y a los que tienen algún tipo de limitación a pensar que su existencia es menos digna y valiosa, y, por lo tanto, a cerrar las puertas de su esperanza”.
En el texto, firmado por monseñor Óscar Urbina, presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC); monseñor Ricardo Toro, vicepresidente; y monseñor Elkin Álvarez, Secretario General; los obispos les recomendaron a las autoridades fomentar “acciones que mitiguen la cultura facilista y del descarte”.
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Además, el episcopado hizo un llamado al estado colombiano para que dirija “más esfuerzos en la prestación digna, eficaz y humanizante de los servicios de salud”, y enfatizaron en que se debe garantizar su disponibilidad “de forma equitativa para todos los ciudadanos”.
Por último, pidieron que legisladores y profesionales de la salud “tomen en consideración las implicaciones morales, éticas y sociales que este tipo de determinaciones conlleva”, y citaron el llamado del papa Francisco a que asuman “decisiones valientes y contra corriente” para defender la vida, y más si se trata de los “más pobres y débiles”.
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