Un hijo y un nieto de los antiguos capos del cartel de Cali, actualmente extraditados en Estados Unidos, mostraron su inconformidad frente a la estigmatización social a la que han sido sometidos durante los últimos años.

Miguel Andrés Rodríguez, hijo de Miguel Rodríguez Orejuela, dijo en entrevista en Noticias Caracol, que por muchos años fue excluido y discriminado por los pecados que cometieron su padre y su tío.

Ahora dice que da la cara, y aparece al lado de su sobrino Sebastián, hijo de Humberto Rodríguez Mondragón, y nieto de Gilberto Rodríguez.

Sebastián asegura que se crió en medio de la compleja situación familiar, incluía visitas a su abuelo y a su tío en prisión. Reconoció que tuvo que afrontar la persecución política a la que fue sometida la familia, aparte de la detención posterior de su padre.

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Han sido golpes y más golpes tratando de dejar atrás esa cruz que cargamos por el apellido”,

dijo Sebastián.

En su concepto, la detención de su padre, Humberto Rodríguez, fue solamente por llevar el apellido de su abuelo Gilberto. “Fue un crimen de sangre”, asegura el joven Sebastián.

Recuerda que de niño tuvo muchas dificultades para que lo recibieran en algún colegio de Cali y que a la familia le cerraban las puertas en todas partes, como los bancos.

La sociedad se encarga de recordarte quién cree esa sociedad que eres”,

agrega el joven integrante de la tercera generación.

No tengo que ocultar quién soy. No me siento avergonzado de quién soy, ni de quienes son mis antepasados”,

agregó.

Rodríguez también se quejó de la hipocresía de la sociedad, pues las críticas no se las hacen de frente sino a través de comentarios anónimos en la redes sociales.

Miguel Andrés, por ejemplo, actualmente se dedica a dictar charlas y talleres para prevenir a las nuevas generaciones sobre los peligros de las drogas y el dinero fácil.

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