No sabe qué terceros tienen esa fortuna. Prefiere no tener nada, pero vivir tranquila. Si es necesario, está dispuesta a vivir debajo de un puente con su novio músico, que conoció en la cárcel. No quiere heredar los enemigos de sus padres.

“Decidí levantarme y hacer lo correcto. Decidí cambiar mi vida y ser una mejor persona”.

Se trata de la hija del extinto Iván Urdinola, Emma Juliana, quien fue entrevistada por Julio Sánchez Cristo de ‘La W’ el pasado jueves.

Emma Juliana Urdinola paga una condena de 37 años de cárcel en el Buen Pastor de Bogotá por el asesinato del sindicalista Jairo Alcides Giraldo Rey el 5 de noviembre de 2007.

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En la entrevista, que no fue para nada condescendiente, le preguntaron por su responsabilidad en ese asesinato, y le recordaron el pasado criminal de su familia, que dejó una estela de muerte en el Valle.

La guerra entre el cartel del Norte del Valle y el cartel de Cali dejó un número indeterminado de muertos. Y hay incluso un capítulo no menos sangriento de paramilitarismo, no completamente aclarado.

Cada respuesta de Urdinola estuvo cargada de reflexiones sobre su vida encerrada, reconocimiento de sus errores, llamados a que no la hagan responsable de los de sus padres, a que no estigmaticen a la nueva generación de su familia que quiere hacer las cosas bien, y pedidos para que la sociedad sea generosa con el perdón.

En algún momento de la entrevista, los periodistas describieron sus respuestas como “sinceras”. Probablemente, esa es la primera respuesta para que haya generado simpatías en las redes sociales.

Emma Juliana Urdinola no evadió su responsabilidad en el crimen del sindicalista, pero cree que la justicia se equivocó al señalarla como determinadora.

Cuenta que por instrucciones de su mamá, Lorena Henao, en esa época encarcelada, entre otros delitos, por enriquecimiento ilícito, citó a Giraldo Rey a una finca para pedirle una plata que necesitaban para su defensa. Henao le recomendó que lo hiciera en compañía del hijo de Henry Loaiza, ‘El Alacrán’, otro narcotraficante.

Según su narración, lo hizo seguir a la casa, y luego de unas palabras de cortesía, el hijo de ‘El Alacrán’ lo saludó e inmediatamente le disparó.

“El hecho de que yo no haya mandado a matar a ese señor no me hace a mí inocente. Yo soy inocente de eso. Pero soy culpable de estar mal rodeada. Soy culpable de haberme prestado para eso. Soy culpable de no haber denunciado. Soy culpable de haber callado. Soy culpable de muchas cosas y he pagado muy caros mis errores. Si yo hubiera sabido que me estaba equivocando, que no estaba haciendo lo correcto, créame que no lo hago. Pero ojalá uno supiera cuándo se está equivocando”, le dijo Emma Juliana Urdinola a ‘La W’.

Pero los periodistas le respondieron que ni el juez, ni la Corte Suprema de Justicia creyeron su versión.

Emma Julia Urdinola asegura que estuvo mal asesorada legalmente, y que los testigos que usaron en su contra tenían antecedentes y fueron pagados por Raúl Grajales, el dueño de las empresas Grajales.

A Raúl Grajales se le acusa de lavar dinero para Lorena Henao, la madre de Emma Juliana, por lo que, sugiere, la pugna por los bienes podría estar detrás del supuesto pago.

“Yo tenía 21 años, mi papá murió hace 15 años. Para ese año, mi mamá estaba recluida en la cárcel de Cúcuta y me tocó asumir la defensa a mí, y no conté con abogados que de verdad me dijeran la verdad, que me asesoraran de manera correcta. El juicio mío fue un juego para todo el mundo, menos para mí porque ahí se jugaba mi vida… y no tenía la pericia. Normalmente, los abogados que nos rodeaban están acostumbrados a defender culpables porque, para nadie es un secreto, mi papá fue culpable, mi mamá fue culpable, mis tíos eran culpables, cometieron errores gravísimos y eso no lo puedo desconocer… Entonces, todos me decían: ‘Acepte cargos, acepte cargos, que a usted la van a acribillar en un juicio…’”.

Asegura que su abogada, además, hizo una apelación muy mala ante la Corte, citando incluso al escritor Paulo Coelho. Y que cuando le reclamó la devolución del dinero porque había incumplido, la acusó de estarla extorsionando.

Emma Juliana Urdinola, además, cree que es traída de los cabellos la conclusión de que ella coaccionó a Henry para matar al sindicalista, porque ella era —literalmente— una niña sin la experiencia, antecedentes, armas, la edad o el poder del asesino.

Pero el fallo dice que, luego de quejarse del robo de fruta de las fincas, ordenó a Henry matarlo.

Emma Juliana Urdinola fue condenada cuando tenía 21 años; el crimen del sindicalista ocurrió cuando tenía 18.

En ese entonces, estudiaba veterinaria en Universidad de La Salle y solo aspiraba a terminar su carrera, tener una fundación para proteger animales de la calle.

“(…) Era muy utópico. Hoy en día me ha tocado una realidad diferente y trato de no pensar en eso porque no es la verdad, no es lo que me ha tocado, una realidad diferente, y trato de no pensar en eso porque no es la verdad, no es lo que me ha tocado. Tengo que vivir lo que tengo hoy y ser feliz con lo que tengo. No puedo ponerme a soñar, porque me da más depresión”.

Iván Urdinola, el padre de Emma Juliana, murió de un ataque cardiaco fulminante; su madre, acribillada por orden de un sobrino de su esposo, porque se había negado a entregarle algunas propiedades de Urdinola.

“¿Hoy en día, quiénes la visitan en la cárcel, los Henao (familiares de su madre) o los Urdinola (de su padre)?”, preguntó ‘La W’.

“Ambos”, dijo Emma Juliana.

“¿Es decir que usted mantiene relaciones con la gente que mató a su mamá?”, repregunta ‘La W’.

Emma Juliana da otra respuesta que pudo haber generado simpatías:

“Las responsabilidades son individuales. Yo no me voy a dañar mi vida pensando en venganzas, en quién mató a quién… Porque si fuera así… entonces dicen que mi mamá mató a mi papá también… Y a mí muchos me han hecho daño, pero yo no por eso voy a perseguirlos y hacerles daño. No, yo amo mi vida. Y amo a mi familia por lo que es mi familia. Y mucha gente puede decir que hizo o deshizo, es mi familia, los amo y los voy a defender aquí y en Cafarnaum. Mis hermanos, mis tías. Mis tías son unas señoras en todo el sentido de la palabra. Tanto la familia de mi mamá como la de mi papá, y vienen a verme porque soy su sobrina menor, porque me quieren, porque saben que sufro. No me quieren dejar sola acá, saben que soy un pedacito de su hermana”.

Emma Juliana Urdinola hizo sus declaraciones en el contexto del proceso de paz con las Farc, y lo hizo notar, aunque con una declaración que críticos pueden catalogar de polémica, porque su familia también fue victimaria, y todavía no se ha conocido toda la verdad. “Hay un proceso de paz y olvido, ¿y no nos pueden perdonar a nosotros que también somos víctimas?”.

“Mi esperanza es: salió Popeye, no sé con cuántos muertos encima, ¿no voy a salir yo de la cárcel? Yo tengo que salir y hacer el intento, nada pierdo”.

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