Ese tiempo constituyó la etapa final de una persecución contra este delincuente, que se incrementó en el año 2011 después de que ordenara asesinar a los estudiantes de la Universidad de los Andes Mateo Matamala y Margarita Gómez.

A alias ‘Gavilán’, incluso, lo monitoreaban aeronaves no tripuladas de la FAC. Esos datos, sumados a la información que recibieron los comandos de la Policía, las Fuerzas Militares y Fiscalía, permitieron establecer que, después de ver el partido entre Colombia y Venezuela, se desplazaría en una lancha por la ciénaga de Tumaradó hacia una cabaña, donde pernoctaría, informó la Policía en un boletín de prensa.

Efectivamente, tal como lo habían revelado los informantes (a los que el Gobierno les pagará de recompensa 500 millones de pesos), el capo arribó al sitio, donde finalmente fue abatido. Pero al abandono de las personas que lo conocían y lo delataron se sumó el de sus escoltas que, al no resistir la potencia de fuego de los comandos de asalto, huyeron de la zona como pudieron.

El artículo continúa abajo

Concretamente, la ‘Operación Agamenón II’ tuvo lugar a las 6:30 de la tarde de este jueves, en el sector de Puerto Plata, zona rural del municipio de Turbo (Antioquia). Para la Policía, es “el más duro golpe” de la historia a la organización criminal ‘Clan del Golfo’. Ahora queda Dairo Antonio Úsuga, alias ‘Otoniel, por quien se ofrecen 5 millones de dólares de recompensa.

Esta era la quinta operación directa que las autoridades ejecutaban contra alias ‘Gavilán’, que tenía 22 órdenes de captura vigentes por los delitos de homicidio, concierto para delinquir, narcotráfico y desplazamiento forzado. Con su muerte finalizan más de 20 años de prontuario criminal.

‘Gavilán’ hacía parte de la línea dura de la organización criminal. Además de liderar las operaciones de narcotráfico hacia América Central, también dirigía la estructura armada de la organización. Incluso fue quien ordenó el asesinato de policías como respuesta a los contundentes golpes contra el ‘Clan’.

Para evadir la persecución de las autoridades, montó la red ‘Cabañeros’, que delinquía especialmente en la frontera con Panamá. Bajo amenazas de muerte obligaba a campesinos e indígenas a informarle cualquier movimiento sospechoso en toda la región del Urabá antioqueño.

Además de su alta peligrosidad, ‘Gavilán’ era uno de los capos más excéntricos del ‘Clan’. Se caracterizaba por comportamientos sexuales con niñas entre los 14 y 17 años, a quienes ordenaba tatuarse con su imagen; pagaba entre 10 y 15 millones de pesos por niña virgen, y adecuaba viviendas en plena manigua con excelsos productos importados, como whisky, pescado, caviar y quesos.

Los resultados de la ‘Operación Agamenón’, cuya primera fase comenzó en febrero de 2015 y la segunda, el pasado primero de junio, son 456 operaciones de asalto, 1.503 capturas, 70 cabecillas neutralizados, 97,9 toneladas de cocaína incautadas, 91 laboratorios destruidos, 676 bienes ocupados (avaluados en más de 438 mil millones de pesos), 537 armas de fuego y 91.867 cartuchos incautados y 28 mil millones de pesos decomisados.

LO ÚLTIMO