Expertos consultados por Noticias Caracol indicaron que la pentolita se consigue en unidades de 450 gramos, cantidad con la que es posible “romper una columna de una torre de energía, o una columna de concreto de 20 centímetros de ancho”.

El informativo también señaló que su velocidad es tan alta, que “en un segundo es capaz de alcanzar lo que esté a 7 kilómetros de distancia” cuando no hay obstáculos en el camino.

De acuerdo con el medio, este explosivo es fabricado por la industria militar, la cual “la comercializa legalmente con el nombre de Pentofex” para producir granadas. Además, la pentolita se utiliza en demoliciones: El Tiempo señaló que con la carga del carro bomba en la Escuela General Santander se hubiera podido derribar un edificio de 5 pisos.

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Citando la explicación de Vilma Pinzón Fajardo, directora del programa de química farmacéutica de la Universidad El Bosque, el diario capitalino afirmó que la pentolita también se usa “para minería a cielo abierto, subterránea y subacuática”.

Según Pinzón, la minería ilegal sería una de las razones por las que este explosivo se comercializa de manera clandestina, sin el control de La Industria Militar Colombiana (Indumil), la empresa estatal encargada de la fabricación de armas, municiones y explosivos.

Sobre el comercio ilegal, Noticias Caracol complementó la información señalando que en el país “hay traficantes de explosivos que les pueden conseguir a los grupos terroristas pentolita, que sería traída ilegalmente desde Venezuela, Ecuador o Perú“.