El órgano de control exhortó al mandatario Distrital a velar por el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos, según el Acuerdo de Paris que fijó como meta la reducción en un 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2030.

La Procuraduría advirtió que “el uso de diésel, para el funcionamiento de los vehículos, no contribuye a la efectiva implementación y adopción de planes y proyectos que prioricen la incorporación de tecnologías de cero y baja emisión contaminantes, ni a la definición de programas de estímulos para el uso y la adquisición de vehículos eléctricos”.

Sin embargo, Peñalosa dijo en Blu Radio que “Transmilenio representa menos del 10 % de las emisiones que se generan en Bogotá. Aun con los buses desastrosos que hay hoy que deberían haber sido cambiados hace como 6 u 8 años. Agregó que los buses que funcionan con diésel tienen “los motores más modernos que hay en el mundo”, y que la licitación y los prepliegos se mantienen porque, además, los buses eléctricos “cuestan muchísimo más”.

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La Procuraduría indicó que en el proceso de licitación pública, la administración distrital tiene la  “valiosa oportunidad para la adquisición de una flota baja en emisiones y la salida de buses contaminantes que por su obsolescencia producen una gran cantidad de contaminantes que afectan la salud y el ambiente”.

Ante eso, el alcalde detalló por que no consideran los buses eléctricos: “Vamos a cambiar 1.400 buses, de los cuales 900 son biarticulados y los otros 400 son articulados. No existen buses biarticulados eléctricos, entonces no es posible tenerlos. Con relación a los articulados, solo existe una fábrica, en el mundo, en China que producen esos buses. Es decir, si nosotros exigiéramos buses eléctricos lo que estaríamos haciendo es darle a dedo a esa fábrica el contrato”.

También aseguró que según estudios, de los que no tiene detalles, pero sobre los que le informó su secretario de Salud, Luis Gonzalo Morales, “el problema más grave para la salud en el aire en Bogotá es el polvo no son las emisiones de combustión. Es el polvo, eso lo saben todos los expertos en el tema de salud. El polvo es el problema más grave”. Dijo que ejemplo de eso es que en Bogotá hay un millón 100 mil personas “que no tiene pavimento frente a la casa. Es que a veces hablamos como si estuviéramos en Zúrich”.

Esto pese a que la Secretaría de Ambiente recientemente declaró la alerta amarilla por contaminación atmosférica en Bogotá asociada a la concentración de material particulado PM.2.5, originado, entre otros, por el diésel que utilizan los buses articulados y biarticulados, que de acuerdo a estudios internacionales y de la Organización Mundial de la Salud es considerado un contaminante de alto impacto sobre la salud de la población, recordó la Procuraduría.

Peñalosa aseguró también que su administración no está “haciendo algo aquí rarísimo que afecte el medio ambiente”, y que los ciudadanos pueden estar tranquilos porque están haciendo “la mejor licitación teniendo en cuenta comodidad, calidad del aire, teniendo en cuenta los costos. El Euro V es el mejor motor que podemos conseguir”.

Sobre la licitación, en etapa de prepliegos, “contempla una inversión de $ 1,6 billones para renovar los vehículos y $ 5,5 billones para la operación y mantenimiento de los buses. Transmilenio, ha insistido que los buses que se van a remplazar son Euro II y la tecnología mínima para el proceso será Euro V. Adicionalmente, que se tienen consagrados incentivos a los oferentes que incluyan en sus propuestas buses a gas, de motor Euro VI, eléctricos u otras tecnologías amigables con el medio ambiente. Estos, sostiene la administración, recibirán una mayor puntuación de cara a fomentar el uso de tecnologías limpias dentro del proceso de renovación”, señaló El Espectador.